En forma casi unánime, diputados federales adicionaron la Ley General de Salud para autorizar a la secretaría del ramo a obligar a las empresas procesadoras de alimentos a imprimir en los envases de sus productos información clara sobre el contenido en grasas saturadas, azúcares, sal o sodio y calorías.
La medida se tomó a pesar de las presiones de la industria alimentaria, porque el consumo de alimentos ultraprocesados ocasionó la crisis de salud en diabetes, que afecta al 34% de los niños, al 35% de los adolescentes y al 70% de los adultos, y ocasiona cánceres, traducidos en muertes y mala calidad de vida. El senado ratificará lo aprobado.