
*La situación de ese partido rebasa con mucho su ámbito interno: Mata Zarate.
De la redacción
Pocas veces en la historia del país un partido en el poder ha tenido tantas y grandes responsabilidades y desafíos como los de MORENA en estos momentos, por los riesgos para el gobierno surgido de sus filas, ante el embate de la derecha partidista, al servicio de la ultraderecha empresarial.
En los últimos 81 años sólo el PRM, fundado en los últimos años del sexenio del general Lázaro Cárdenas tuvo una tarea tan relevante como la actual de MORENA: apoyar la expropiación petrolera y defender a un gobierno asediado por los grandes intereses económicos trasnacionales de entonces, afectados por esa y otras medias del gobierno, alertó Leoncio Mata Zárate, articulista de “El Espectador”.
La diferencia es “que esa organización antecedente inmediato del PRI fue fundada desde el poder, el entonces el presidente, sus colaboradores y los mandos partidistas privilegiaron el fortalecimiento del PRM, y ahora no es así: Morena es un problema, no un apoyo para el gobierno de la cuarta transformación”, abundó.
El también editorialista de este semanario consideró grave para MORENA, para la 4T y para el conjunto de la comunidad nacional el acelerado y notorio proceso de “perredización” en la conducta de muchos grupos del partido gobernante, enfrascados en la lucha por los espacios de poder al interior de su organización y la prematura confrontación interna por las candidaturas del 2021.
“Podría pensarse que se trata sólo de un proceso electoral doméstico de dirigentes, pero por muchas razones lo que está ocurriendo en el Movimiento de Regeneración Nacional y su desenlace, para bien o para mal, impactará las condiciones de estabilidad y gobernabilidad nacionales, lo cual parece no ser percibido por muchos de sus cuadros y grupos que sólo luchan por sus intereses, como lo hacían en el PRD”, reiteró.
El académico y analista recordó que la lucha de las “tribus” por los cargos directivos, los puestos de representación proporcional y administrativos, disputados con mayor enjundia y vehemencia que la puesta en la lucha por el poder frente a sus adversarios ideológicos condujo al PRD al fracaso, al grado de quedar convertido en un partido irrelevante, ubicado a la cola y aliado de las fuerzas de derecha antilópezobradoristas.
El régimen no se transformará sin un partido fuerte, poderoso, visionarios, generoso, unido, cohesionado, con una sólida estructura vertical y horizontal, con sólida formación ideológica, capacidad de debate y un liderazgo competente y eficaz que respalde a la cuarta transformación, sostuvo el entrevistado.
“Los partidos son entidades de interés público, con rango constitucional, se mantienen con los impuestos de los contribuyentes, disfrazados con ese eufemismo de ‘prerrogativas’, por lo cual en todos los casos lo que ocurre en su interior puede y debe examinarse por los interesados en los temas políticos y de las instituciones”, recalcó.
En el caso de MORENA esta reflexión es más necesaria, porque se trata de un partido en el poder, cuyo fundador y líder histórico es presidente de la República y es combatido por los poderosos intereses económicos que se sienten afectados por las primeras acciones del gobierno, y lo asedian, ante la ausencia de una organización a la altura de las circunstancias, y en cambio una cuyos grupos disputan con ardor las posiciones partidistas y no defienden al mandatario ni a su gobierno. “Lo peor que podría pasarle al país es que MORENA se perredizará”, sentenció el articulista.