1-Todo parece indicar que se pondrá fin al fuero presidencial, conocido como inmunidad, pero que en realidad constituía impunidad, porque los titulares del Poder Ejecutivo Federal sólo podían ser sometidos a juicio por traición a la patria, cuya tipificación se refería más bien a servirle a una nación extranjera en tiempos de guerra. No era traición a la patria saquear los fondos públicos propiedad de todos, ni la entrega de bienes públicos a particulares, ni perdonarle un billón de pesos en impuestos al reducido número de empresarios dueños de la riqueza de México, mientras que a los 38.5 millones de trabajadores se les descuentan sus ingresos por adelantado, sin posibilidad de hacer deducciones… La histórica decisión, sin embargo, puede dar lugar a que la ultraderecha aproveche la ocasión para saturar los juzgados con denuncias penales con cargos inventados contra el presidente Andrés Manuel López Obrador…
2-Una vez mças quedó demostrado en su proceso interno que MORENA está a años luz de la altura que exige la cuarta transformación. Es penoso el espectáculo que dieron sus grupos en la lucha por las elecciones para sacar delegados estatales y nacionales que tendrán en sus manos elegir a las dirigencias de ambos niveles. Parecía que estábamos presenciando los peores vicios que condujeron al PRD casi a su extinción.
Las ambiciones llegaron al ridículo, lo cual debería preocupar al presidente López Obrador, pues sin un partido fuerte, bien organizado, con claridad sobre su papel en estas horas y consecuente con ello, no podrá llevar a cabo la transformación de las instituciones y del país que se propone, por más que tenga un amplio respaldo popular no partidista. Ese apoyo debe articularse en un partido, pero MOENA le ocasiona más problemas que respaldo.