El Banco Mundial (BM) advirtió que el mundo enfrenta una crisis invisible de calidad del agua, lo cual disminuye en un tercio el potencial de crecimiento económico en zonas altamente contaminadas y pone en peligro el bienestar humano y ambiental.
Una investigación del organismo internacional muestra de qué modo una combinación de bacterias, aguas residuales, productos químicos y material plástico puede absorber el oxígeno de las fuentes de agua y transformarlas en veneno para las personas y los ecosistemas.
David Malpass, presidente del BM, afirmó: “el deterioro de la calidad del agua frena el crecimiento económico, empeora las condiciones de salud, reduce la producción de alimentos y exacerba la pobreza en muchos países”.
Para finalizar, se pidió a los Gobiernos tomar medidas urgentes para contribuir a resolver el problema de la contaminación del agua, de modo que se pueda crecer más rápidamente en forma equitativa y ambientalmente sostenible.