
*Brasil es el que más residuos tóxicos y aguas sin tratar vierte al mar y usa agroquímicos.
De la redacción
La combinación del calentamiento de las aguas del Océano Atlántico por el cambio climático, los residuos de agroquímicos vertidos en el mar y las descargas de los desechos líquidos sin tratar constituyen el factor determinante de la producción del sargazo, problema que afectó severamente este año las playas de Quintana Roo, según los resultados de investigaciones sobre el tema.
La región del Caribe y principalmente las costas de Quintana Roo, incluyendo las playas de los destinos turísticos, fueron afectada por la presencia del sargazo, proveniente del sur del Continente. El problema se resolvió y por eso nada se habla ya de él, pero en la población quedó la duda sobre el origen del sargazo.
Información de especialistas difundida en los últimos días señala que Brasil es el principal responsable de la generación de esta alga marina, porque es la nación que utiliza mayores volúmenes de agroquímicos en sus actividades agropecuarias, cuyos residuos van a para en ríos, arroyos y, finalmente, en las aguas del Atlántico.
Los insumos incluyen una larga serie de los prohibidos en el mundo, pero que por la laxitud de la legislación sanitaria del gigante de América Latina, y más ahora con el ultraderechista Jair Bolsonaro en el poder, se usan masivamente en la producción rural.
En esas condiciones llegan al Océano que baña la costa éste brasileña y después de un tiempo, con la mezcla de otros factores producen la planta acuática que ocasiona dolor de cabeza para las autoridades mexicanas y particularmente para las turísticas.
Por esa misma permisibilidad de las normas sanitarias, un alto porcentaje de las aguas residuales de las plantas fabriles, del comercio, servicios y descargas domésticas no se tratan antes de verterse al sistema de desalojo de las mismas.
Llegan altamente contaminadas y se juntan con las que contienen agroquímicos, a lo que se agrega el cambio climático, para dar lugar a la producción del sargazo, que después recorre miles de kilómetros. En su trayecto acumula la que se genera en otros países de la región, para alcanzar millones de toneladas.
De las playas de Quintana Roo se recogieron este año más de 300 mil toneladas de la planta acuática, que adicionalmente se seca y pudre, para generar un gran problema de contaminación y de afectación de las playas de los destinos turísticos de ese estado.
El problema fue combatido y resuelto con una fuerte inversión y la participación directa de varias dependencias del gobierno federal, encabezadas por la Secretaría de Marina, que construyó barcos para recolectar el sargazo que no detuvieron las mallas que se colocaron en puntos estratégicos. El problema se superó, pero es cíclico y regresará el próximo año, porque el fenómeno que lo causa sigue intacto en Brasil.