LOS NUEVOS MEDIOS PÚBLICOS
ESTATALES Y SU RELEVANCIA
LOS 3 PODERES Y LA SOCIEDAD DEBEN DEFINIR LA
POLÍTICA INFORMATIVA Y CONTENIDOS DE SICM
La propuesta de la bancada de MORENA en la 60 Legislatura para darle autonomía constitucional, rango de medio público de Estado y cambiarle denominación al actual Sistema de Radio y Televisión Mexiquense constituye un propósito de enorme importancia, no valorado suficientemente por el universo informativo y analítico estatal. A ello contribuye la irrelevancia en que cayeron esos medios dependientes del Poder Ejecutivo; es decir, de los gobernadores en turno.
Las últimas generaciones de mexiquenses, incluyendo a quienes se dedican a la comunicación, ignoran las motivaciones y objetivos estratégicos que le dieron vida a lo que se conocer simplemente como Radio y Televisión Mexiquense. Y la programación de ahora tampoco permite percibir la relevante tarea encomendada, primero a la radiodifusora y, después, al canal.
Si ahora ambos medios privilegian la difusión de cuanto hace, dice o anuncia cada gobernador en turno eso no fue lo que se buscaba allá por los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado: se crearon para contribuir poderosamente al rescate y difusión de las raíces históricas y culturales del Estado de México, ya con severos problemas de falta de identidad estatal y de cohesión social en aquellos tiempos.
La fundación del Sistema fue pertinente, incluso se hizo a destiempo, cuando los problemas a cuya solución debía contribuir eran muy grandes y numerosos, derivados del origen en otros estados de un alto porcentaje de la población, agravados por su asentamiento en los municipios limítrofes con la Ciudad de México, de la cual recibían una influencia descomunal.
Junto con la creación del Instituto Mexiquense de Cultura, ahora es la Secretaria de Cultura; la denominación oficial de “Valle Cuautitlán-Texcoco”, para diferenciar claramente a la región estatal del Valle de México de la que ocupa la capital del país; y el gentilicio de “mexiquense”, la del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense formaron parte de esa estrategia.
La respuesta a si cumplió o no sus fines está en los resultados de una encuesta de una conocida consultora nacional sobre las 76 ciudades del país más idóneas para vivir y el sentido de comunidad de las mismas. Las seis urbes mexiquenses incluidas resultaron las menos habitables y las del tejido social más roto.
El SRyTM extravió sus fines y se convirtió en refugio de políticos que no encuentran acomodo en otras áreas del Poder Ejecutivo, pero tienen influencias. No importa que desconozcan los objetivos fundacionales de los medios en cuestión y ni les interese fortalecer la identidad y cohesión social de los mexiquenses.
La conversión del Sistema en medios públicos de Estado es indispensable, pero debe acompañarse con un relanzamiento de esos objetivos estratégicos, más los de la participación social y la verdadera comunicación de las actividades institucionales relevantes de los tres poderes estatales.