
*Al final, dispuso de 343 mil 224 MDP, 22.3% más de la meta: nadó en dinero, pero quiere endeudarse en 2020.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera Parte)
Durante el 2018, el gobierno mexiquense nadó en dinero. Sus ingresos superaron con 62 mil 518 millones de pesos, en números redondos, la meta prevista, de acuerdo con el dictamen de la cuenta pública de ese año, aprobada con observaciones por el Poder Legislativo el pasado mes.
Esperaba 280 mil 706 millones de pesos ese año, y al final alcanzó los 343 mil 224 millones. El recurso extra sumó 62 mil 518 millones de pesos más, en términos absolutos, equivalentes al 22.3 por ciento del objetivo fijado, en términos relativos.
Las autoridades estatales dispusieron de tantos fondos que no supieron cómo gastarlos en su totalidad: incurrieron en subejercicio, según el análisis del comportamiento del gasto e ingresos públicos de hace dos años efectuado por la representación popular.
De esos 343 mil 224 millones de pesos ingresados a la Secretaría de Finanzas, el gobierno de Del Mazo se gastó 336 mil 941 millones de pesos; es decir, le sobraron 6 mil 283 millones de pesos, en cifras redondas.
La información oficial indica que el subejercicio fue de 12 mil 662 millones de pesos, pero el análisis comparativo de “El Espectador” a las sumas reportadas en la fiscalización indica que fueron 6 mil 283 millones el monto de los fondos públicos no aplicados.
La información oficial tampoco detalla, (como no lo hizo el secretario de Finanzas, Rodrigo Jarque, cuando compareció ante los diputados con motivo de la glosa del segundo informe del gobernador), de dónde salieron esos 62 mil 518 millones de pesos no previstos en la Ley de Ingresos.
En su momento la nueva mayoría legislativa opositora consideró urgente modificar el marco jurídico de la materia para que el titular del Poder Ejecutivo quede obligado a solicitar autorización de la Cámara de Diputados Locales para ejercer montos provenientes de mayores ingresos.
En este caso no lo hizo con los 62 mil 518 millones de pesos que no esperaba, y cuyo monto ni siquiera se conocía pese a lo elevado de los ingresos adicionales de ese 2018. Para tener una idea de lo cuánto representó ese río de dinero basta con recordar que para el 2020 el presupuesto apenas rebasa los 300 mil millones de pesos.
No obstante, la sobreabundancia de ingresos no impactó positiva ni socialmente a la población, cuyas condiciones de vida de más del 50 por ciento de los mexiquenses son precarias. A pesar de sobrarle dinero, el GEM no atendió las carreteras del sur mexiquense, al grado que ahora la iniciativa privada las “rehabilitará, conservará y dará mantenimiento” con un elevado cobro de aproximadamente 16 mil millones de pesos. Los proveedores consentidos del GEM nunca pierden.