
*No toma en cuenta la población de cada país con el cual compara al Edomex: Manipula la información.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera parte)
Si se parte del axioma de que la precondición para resolver un problema es su conocimiento exacto, el Poder Ejecutivo mexiquense procede en forma equivocada al evaluar el estado de su economía y compararla con la de algunas naciones sin tomar en cuenta el importantísimo factor demográfico.
Al prescindir de este parámetro en materia económica, la conclusión será siempre errónea y no permitirá conocer la realidad, cuando el caso de los problemas económicos de la entidad exige rigurosa una revisión autocrítica, sin recurrir a argumentos justificatorios claramente sin sustento.
De acuerdo con un análisis comparativo de “El Espectador” a una información oficial del gobierno del Estado de México sobre las condiciones económicas, el error es metodológico, porque no pueden compararse economías de naciones altamente pobladas contra aquellas de reducido peso demográfico, como lo hizo el Poder Ejecutivo, prueba de la falta de percepción del tema o de interés en presentar una realidad distorcionada.
A principios de este año el gobierno estatal difundió datos del Banco Mundial (BM) y del INEGI sobre el valor de los bienes y servicios producidos anualmente por el conjunto de los mexiquenses.
La información estadística es verídica, pero no toma en cuenta el factor señalado. Sólo alude en general al producto interno estatal (PIB), el cual es superior al de países latinoamericanos y del El Caribe, como la República Dominicana, Guatemala, Uruguay, Panamá, Bolivia, Paraguay y El Salvador.
De la misma forma el valor de los bienes y servicios generados por el Estado de México es mayor al de países como Letonia, Chipre, Malta, Estonia, República Eslovaca, Luxemburgo, Croacia, Bulgaria, Eslovaquia y Lituania.
La presentación de los datos en forma aislada, sin más detalles, deja la impresión de que el Estado de México es una potencia económica a escala mundial, cuando es todo lo contrario en materia de productividad per cápita; es decir, por habitante.
Para entender esta equivocación es necesario partir y comparar la economía mexiquense con las de los países mencionados y el número de habitantes del Estado de México y el de cada una de esas naciones, porque de lo contrario se incurre en el autoengaño.
Según la investigación de “El Espectador”, el Estado de México tiene en estos momentos 17.4 millones de habitantes, aproximadamente, mientras Guatemala, la nación más poblada de todas las enlistadas por el gobierno estatal, cuenta con 16.3 millones de habitantes; y República Dominicana, 10.5 millones.
Mucho menor es la población de los otros países latinoamericanos con un PIB inferir al mexiquense: Bolivia, 10.1 millones de pobladores; Panamá, 4.5 millones, Paraguay, 7.1 millones; y El Salvador, 7.3 millones de personas.
Más desbalanceada es la comparación del peso demográfico estatal con el de los países bálticos y europeos: Letonia, 1.9 millones de habitantes; Chipre, un millón, Malta, 600 mil; Estonia, 1.3 millones; República Eslovaca, 5.8 millones; Luxemburgo, 800 mil; Croacia, 4.3; Bulgaria, 4.4; Eslovaquia, 2.2 y Lituania, 3.0 millones de habitantes. No se necesita haber estudiado un doctorado en economía en Harvard, para entender que la comparación PIB sin considerar a la población es un error, que no expresa la realidad. (Continuará)