1. Son numerosas las críticas al Poder Judicial mexiquense por los 33 magistrados que votaron a favor de que Ricardo Alfredo Sodi Cuellar encabece al Tribunal Superior de Justicia, cuando en realidad no debió ocupar ni el cargo de magistrado, porque trabajó durante 9 años como directivo de tiempo completo en la Universidad Anáhuc; como magistrado en una entidad como el Edomex, en realidad requería de tiempo completo y medio más. Pero dobleteaba como director de la Facultad de Derecho de esa institución de educación superior privada y al mismo tiempo dedicaba toda su atención a la impartición de justicia, o al menos por ambas cobraba.
2. La Ley Orgánica del Poder Judicial mexiquense prohíbe tener otra plaza de tiempo completo, tanto en el sector público, como en la iniciativa privada. Dos consejos de la Judicatura y dos presidentes del TSJ permitieron la ilegalidad y el último, Sergio Medina Peñaloza, permitió incluso que Sodi fuera candidato y ganará la titularidad del Poder Judicial para los próximos 5 años.
3. En los restaurantes, bares y cafés los abogados mexiquenses se muestran irritados al comentar entre ellos lo ocurrido, pero nadie quiere hacer público el señalamiento de que la elección de Sodi Cuellar violó la Ley del Poder Judicial, encargado de impartir y administrar justicia; es decir, de castigar a quienes violan las normas estatales. Lo que pasa es que todos litigan en los tribunales y no quieren sufrir represalias de los jueces, quienes podrían actuar en su contra por consigna, como ya se vio que lo hicieron en la elección.
