Ultraderecha y Derecha en el Control de los Medios Informativos

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ULTRADERECHA Y DERECHA CONTROLAN LOS MEDIOS
INFORMATIVOS: LOS USAN PARA DEFENDER INTERESES
MAXIMILIANO CASTILLO R.

La primavera política que vivió América Latina a principios del siglo y que se expresó en la existencia de gobiernos progresistas en esta subregión del Continente, definidos errónea y dolosamente como socialistas, no fueron producto de políticas informativas y analíticas de los grandes medios informativos y sus analistas, sino a pesar de ellos.
En todas partes, llámase México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, Honduras o Bolivia, los medios informativos impresos, televisivos y radiofónicos se opusieron e intentaron frenar y revertir la tendencia de los partidos y políticos progresistas al fortalecimiento. No defendieron la democracia.
Montaron campañas de difamación, sustentadas en calumnias, de ello el trato dado en nuestro país al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador cuando era político opositor fue la mejor prueba. Está fresco en la memoria de los más de 30 millones de mexicanos que lo apoyaron en las urnas el primer domingo de 2018 los intentos de restarle intención del voto, y cómo con diversas maniobras los intereses de la derecha y ultraderecha impidieron su triunfo en 2006 y 2012; sobre todo, en el primero de esos años, cuando la conspiración fue más notoria.
Las campañas de desprestigio contra políticos opositores y gobernantes progresistas se complementan con el ocultamiento de los atropellos al estado de derecho y a la democracia perpetrados por candidatos y mandatarios de la derecha y la ultraderecha, como ocurrió en Brasil con el encarcelamiento de Lula para que no fuera candidato presidencial e impedir el riesgo de derrota para Jair Bolsonaro. Todo lo callaron.
Lo mismo ocurrió con las multitudinarias manifestaciones pacíficas; en Argentina y Chile contra gobierno neoliberales. Los medios informativos de la ultraderecha y derecha de América Latina nada comentaron. Omitieron la reflexión sobre los motivos de la irritación. A lo más que llegaron es la información simple.
Silenciaron de la misma manera la represión y muertes en Colombia, incluyendo la de centenares de exguerrilleros que confiaron en los acuerdos de pacificación e incorporación a la lucha pacífica, que no respetó, ni respeta el gobierno derechista de Iván Duque. No hay juicios reprobatorios en los medios informativos tradicionales de esta región del continente.
Por el contrario, exaltaron y presentaron como manifestaciones pacíficas las organizadas por el agente de la CIA (no ha desmentido hasta ahora esta información difundida), Juan Guaidó, en Venezuela, a pesar de declaraciones a los noticieros de CNN de opositores que revelaron la organización de grupos para comprar componentes para fabricar y usar artefactos explosivos contra los elementos de los cuerpos de seguridad de ese país sudamericano.
Nunca difundieron con amplitud el hecho de que el mayor número de víctimas de la etapa más virulenta de las manifestaciones contra Nicolás Maduro fue de funcionarios públicos y de elementos de los cuerpos de seguridad y muy menor el de manifestantes.
No lo hicieron porque sencillamente no se trata de informar, sino de defender los intereses de la derecha y la ultraderecha en América Latina, al servicio de los grandes intereses económicos trasnacionales y, especialmente, del capital financiero mundial, esa especie de sanguijuela que explota pueblos y gobiernos. En otra ocasión examinaremos la posición de la gran prensa mexicana frente a Evo Morales.

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