ENTRE PRESIONES DEL EXTERIOR Y ZANCADILLAS DEL INTERIOR
Jairo A. Tell
Ni hablar. Ver para creer, en estos tiempos de insensibilidad manifiesta, de cinismo y falta de valores; el narcisista y aborrecible presidente norteamericano Donald Trump la vuelve a hacer tomando como estandarte de su lucha para un nuevo periodo presidencial a nuestro golpeado y muy vapuleado país. Da la misma manera se adjudicó como suyos exclusivamente los logros de otros por la firma del T.MEC; minimizando con ello la participación de los gobiernos de México y de Canadá. Trump le hablo a su público, el de las túnicas blancas y capuchones del “humanon”. Si, aquellos supremacistas que ante la menor provocación sacan a relucir sus instintos criminales y el racismo que les es característico.
Uno de los invitados a este acto público fue el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaido El colmo de los colmos fue la entrega de la medalla a un remedo de personaje ilustre, el actor Jon Voight, ganador del Oscar en 1978 y ferviente partidario del gobierno de Trump. Los estudiosos aseguran que Voight es la viva imagen de Trump y con ello se auto premiaba. Definitivamente algo deleznable y a todas luces reprobable fue el desaire hecho por Trump a Nancy Pelozi líder del Partido Demócrata, a quien no quiso saludar.
Caray, “ya éramos muchos y pario la abuela”, pues mientras los gringos nos apedrean el rancho por fuera, aquí adentro los conservadores socaban y tratan por todos los medios de desestabilizar al gobierno morenista de AMLO, en aras de salvaguardar sus intereses vía presiones y chantaje. La situación es así; mientras Trump, asegura que México pagara o ya está pagando el muro y se pasa por el arco del triunfo todos los acuerdos habidos y por haber, mientras los corruptos exgobernantes, exservidores públicos y malos empresarios financian plantones, marchas y manifestaciones en contra del gobierno de la 4T, para lo cual utilizan a pseudo líderes y luchadores sociales y plumíferos por consigna que propagan a los cuatro vientos calumnias y falsas informaciones que después son desmentidas por el presidente durante las mañaneras.
Definitivamente nadie dijo, ni esperaba que fuera fácil la revolución social que significa la cuarta transformación. Pero llega el momento en que la población se harta de tanta basura en los periódicos y en los programas de televisión, no por nada los jóvenes prefieren informarse en la red y contrastar lo que dicen los “Chayoteros” y la verdadera realidad. Que la economía no crece, que las calificadoras reducen sus expectativas de crecimiento, que no habrá recursos para sostener los programas sociales, que la venta del avión presidencial y un cumulo más de frentes abiertos por la oposición, son cosa que juega en contra de quienes no están dispuestos a perder sus privilegios y cual mercenarios lanzan la tarascada para tratar de impedir el cambio.
Por otra parte López Obrador ha dicho que no cesara en su intento por poner de pie al elefante reumático y corrupto que le dejaron los anteriores gobiernos y se ha jurado asimismo que lograra la transformación de México aun a costa de perder adeptos, “Me canso Ganso” segura en cada acto público. Es entendible, que no justificable la reacción virulenta de los grandes intereses nacionales e internacionales para parar en seco al gobierno que mediante sus reformas a la constitución y a las instituciones les está maniatando para que no continúe el saqueo del país, esto mantiene “enchilados” a los que él mismo llama sus adversarios.
La crisis en el sector salud está llegando a su término y por ahora los gobiernos antes reaccionarios se han adherido al INSABI a regañadientes so pena de enfrentar la furia de la sociedad en sus propios estados “El miedo no anda en burro” .En otro tenor, las elecciones del 2021 prometen ser muy competidas y los opositores de la 4T. Enfilan todas sus baterías para ganar los espacios que se juegan en esa elección. Una de dos, o le quitan algunos espacios a Morena, o bien sepultan de una vez y para siempre a sus respectivos partidos.
