COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
MIROSLAVA CARRILLO Y HERNÁNDEZ DEBEN OBTENER
RESPALDO SOCIAL: EL OSFEM URGIDO DE SANEAMIENTO
Miroslava Carrillo Martínez, diputada federal con licencia, fue electa titular del Órgano Suprior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) por la Legislatura Local, Esto ocurre por primera vez en la historia estatal. En todas las designaciones anteriores los diputados actuaron como oficialía de partes, para convalidar decisiones previamente tomadas por los gobernadores en turno.
El cambio de nombre de “Contaduría General de Glosa” a “Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México” no modificó la imposición de los titulares del organismo fiscalizador del gasto público estatal, municipal y de los organismos autónomos y auxiliares por parte de los mandatarios estatales, porque la sumisión del Legislativo al Ejecutivo era total, dada la disciplina partidista y conveniencias políticas de la mayoría del PRI en la Legislatura Local.
Estas condiciones explican la ineficiencia e ineficacia de la fiscalización: fueron deliberadas, de protección y encubrimiento a la corrupción, particularmente en el Poder Ejecutivo, en los tiempos de la inexistencia práctica de la división constitucional de poderes, lo cual explica que el INEGI y organizaciones privadas que miden el desempeño de las autoridades ubicarán a la clase gobernante mexiquense como la más corrupta del país, sin que la Contaduría General de Glosa y su sucesor, el OSFEM la detectara y mucho menos denunciara, como no fuera por consignas políticas.
Con estos antecedentes, Miroslava Carrillo Martínez, cuya elección no estuvo exenta de controversia, está obligada a cumplir con la ley al frente del OSFEM, como el brazo fiscalizador del Poder Legislativo, lo que no se había hecho, en claro e intencional incumplimiento de obligaciones, inducido por la mayoría priísta.
Hay instituciones y funcionarios públicos que requieren además del respaldo legal, de un gran apoyo social para cumplir con eficacia sus tareas, como en este caso son las de evitar, detectar y denunciar la corrupción en el ejercicio de los fondos públicos. No obstante, ese sostén de la sociedad debe ganarse, conservarse y fortalecerse con buenos resultados, que, por lo demás, en este caso es una obligación libremente adquirida.
Esos buenos resultados no se obtendrán si no hay una “limpia” de malos elementos del personal del OSEFM, sobre cuya corrupción los actuales diputados de MORENA han denunciado públicamente que se dedicaban a extorsionar a alcaldes con la amenaza de fincarle responsabilidades resarcitorias. Con esos funcionarios la lucha contra la corrupción fracasará, por razones obvias.
Otro reto igualmente grande lo tendrá Juan José Hernández Vences en la Contraloría del Poder Legislativo, cuyo nombramiento por parte de la Junta de Coordinación Política se dio por las serias objeciones al candidato inicial, Joel Cruz Canseco, exdirigente del PT. A diferencia del OSFEM, adquirió relevancia, respetabilidad y confianza social con Victorino Barrios Dávalos, quien asumió a plenitud sus facultades y responsabilidades frente a diputados locales y alcaldes de todos los partidos.
Mantener ese prestigio, confianza y credibilidad sociales de la Contraloría del Poder Legislativo es el desafío de Hernández Vences. Para ello debe sancionar a infractores de las normas, sin preocuparse por la inconformidad y hasta enojo de los poderosos y prepotentes servidores públicos, como lo hizo Barrios Dávalos.