1-El anterior gobierno no tuvo pérdidas de partidas presupuestales, como lo señala la Auditoría Superior de la Federación, que encabeza un priísta: se las robaron y muchas de esas decenas de miles de millones de pesos fueron a engrosar las fortunas de los dueños de los grandes medios nacionales. Si los columnistas se hicieron multimillonarios, ya es de imaginar lo que recibieron sus patrones.
Los más de 60 mil millones de pesos facturados (más los entregados en efectivos y en especie por la presidencia de la República) a los medios informativos no fueron todo el saqueo al erario que hizo el poder mediático: también cobraron en Pemex, la CFE, el IMSS, el ISSSTE, y todo el dinero saqueado del fideicomiso Pro México.
2-No es posible que en año 7 meses MORENA, cuyo candidato presidencial obtuvo más de 30 millones de votos, haya perdido militantes y su padrón actual no alcance los 400 mil miembros. Y así Yeidckol Polenvsky se aferra al cargo, para seguir destruyendo deliberadamente a ese partido. Lo que pasa es que a ella le iba muy bien en los gobiernos neoliberales. Peña Nieto le perdonaba impuestos, por lo que puede decir y con razón “yo estoy peor con López Obrador”.
