
*Amañaban licitaciones para encarecer hasta en mil por ciento los precios.
De la redacción
Ante el silencio de los medios informativos, en el último sexenio federal se incurrió en lucro criminal con la salud de los mexicanos protegidos por el sistema de seguridad y con la población marginada del mismo, atendida por los sistemas abiertos de la materia.
Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de la Secretaría de Salud, dio a conocer los esquemas utilizados por los intermediarios de la venta de medicinas al IMSS, ISSSTE y a la Secretaría de Salud para encarecer los medicamentos y concentrar los volúmenes comercializados.
Tan sólo en el IMSS, entre 2012 y 2018, correspondientes al sexenio de Enrique Peña Nieto, de los caso 260 mil millones de pesos gastados en la adquisición de fármacos, 105 mil millones los vendieron dos empresas intermediarias o distribuidoras, como se hacen llamar elegantemente.
El problema consistió en que amañaban las licitaciones: presentaban ofertas sólo sobre 800, 700 ó 600 de las mil 500 claves (así le dicen a los medicamentos), por lo que entre 900 y 700 eran declaradas desiertas.
Esta maniobra clásica de corrupción y contubernio intermediarios funcionarios públicos permitía después adjudicar directamente los contratos de compras, por lo que los fármacos se encarecían artificialmente hasta mil por ciento sobre los precios del mercado al menudeo.
La pinza del esquema de brutal saqueo del erario, a costa de la salud de decenas de millones de mexicanos se complementaba con los contratos de exclusividad de intermediación, que hacían firmar a los laboratorios, que no podías vender directamente al sector salud.
El ejemplo puesto por López-Gatell Ramírez incluyó la prohibición gubernamental para importar medicamentos, por lo que el sector y la salud de los mexicanos se convirtieron en un mercado cautivo para la corrupción, los sobreprecios y el acumulamiento de riqueza malhabida.
Nada más es de calcular las ganancias de los dos intermediarios que vendieron sólo al IMSS 105 mil millones de pesos, con sobreprecios que llegaban al mil por ciento sobre el precio de los medicamentos en el mercado al menudeo.
La cancelación de los contratos leoninos generó la virulenta campaña mediática contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por el tema de las medicinas, cuya insuficiencia respondió al boicot de las empresas distribuidoras, afectadas en sus negocios ilícitos con el sector salud, de acuerdo a las revelaciones de López-Gatell Ramírez.