1-Lo que no pudieron lograr la derecha y la ultraderecha, que habían previsto el desplome de la Bolsa Mexicana de Valores y la devaluación del peso hasta 25 por dólar, si Andrés Manuel López Obrador ganaba la presidencia de la República, lo está logrando el capital financiero mundial, con el pretexto del coronavirus. La pandemia es real, pero sus efectos, lamentables y todo por la pérdida de vidas humanas, no justifican el derrumbe de los mercados accionarios del mundo, la devaluación de las monedas ni, mucho menos, la revaluación del dólar.
Esto es menos explicable en México, donde sólo 15 personas han sufrido el coronavirus y afortunadamente ninguna ha muerto, pero entre el 21 de febrero y el 12 de este mes los inversionistas perdieron casi 78 mil millones de pesos. Pura especulación que para unos les ocasiona la ruina y para pocos, un enriquecimiento derivado de un verdadero atraco del capita financiero mundial.
2-Es increíble el grado de resentimiento de Olegario Vázquez Aldir contra el gobierno de la cuarta transformación por haberle frustrado sus negocios inmorales en el aeropuerto que se construía en Texcoco y sus proyectos de saqueos mediante una cadena de hospitales que iba a construir para después cobrarle al gobierno decenas de miles de millones de pesos al año, porque serían con la figura de Asociación Público-Privada, como ocurre con el hospital de alta especialidad de Zumpango.
Ciro Gómez Leyva, uno de sus empelados y también conductor de un noticiero en Telefórmula, buscó descalificar a Hugo López-Gattel Ramírez, vocero para informar diariamente sobre el coronavirus. Dijo que no informa, cuando es un funcionario brillante, preparado, con una enorme capacidad para hablar con claridad sobre los términos científicos relacionados con este virus.
3-La campaña de desinformación y confusión para generar pánico entre la población por el coronavirus llega a la ruindad de difundir en redes sociales documentos falsos sobre presuntos acuerdos de gobernadores de cancelación de eventos, que fueron desmentidos por los mandatarios estatales. También difundieron presuntos acuerdos de funcionarios del sector de salud, que inventaron para darle credibilidad a sus patrañas.
Es criminal el afán de lucro político que buscan obtener de un grave problema de salud, con tal de perjudicar al gobierno federal. Por cierto, el presidente López Obrador recordó ayer que no volverá a entregarles dinero a los columnistas y conductores de noticieros de radio y televisión, como lo hacía la presidencia de la República en tiempos de Enrique Peña Nieto.
