
*Reivindicar la economía mixta, con cooperativas, pequeñas y microempresas: HDA.
De la redacción
La Cuarta Transformación “no se concretará si no se impulsa al sector social de la economía, especialmente a las cooperativas, las medianas, pequeñas y microempresas y se privilegia la economía mixta”, advirtió el economista Héctor Díaz Aguirre.
Las grandes empresas nacionales y, sobre todo, las trasnacionales invierten grandes sumas en sus empresas, pero generan pocos empleos, porque “el capital se utiliza para profundizar los procesos de automatización de las actividades, por lo cual no crean muchas plazas laborales, tan urgentes ante los altos índices de desempleo”, explicó.
El especialista recordó que la inversión extranjera directa (IED) se dirige a las ramas manufactureras de exportación, incluso para sus mismas matrices, pero los ingresos y utilidades no se traducen en bienestar para la población, como lo muestra el aumento del volumen y valor de las mercancías mexicanas enviadas a Estados Unidos, en el marco del TLC, los cuales no han reducido la pobreza y desigualdad, como se dijo en su momento: crecieron.
Díaz Aguirre consideró indispensable una estrategia, plan y acciones oportunas y eficaces para fortalecer a las medianas, pequeñas y microempresas y especialmente a las cooperativas, para elevar la producción, productividad, generar empleos y derrama económica en millones de familias mexicanas.
Recordó que cuando se negociaba el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, se vendió la idea de que sería la base de un desarrollo económico rápido, con muchos empleos bien remunerados, en beneficios de todos.
El volumen y valor del intercambio comercial con Estados Unidos se multiplicó varias veces, pero los numerosos empleos bien pagados no se generaron y la pobreza creció y se expandió, prueba de que las exportaciones por sí solas no resolverán los problemas nacionales de pobreza, desempleo, exclusión y marginación, recalcó el experto en el tema.
“La inversión extranjera directa se destina a la adquisición y uso de tecnología de punta y a la automatización de los procesos productivos, por lo cual no genera muchos empleos en comparación con los montos del capital arriesgado, lo cual sí logran las medianas, pequeñas y microempresas”, explicó el economista. Además, invierten en la compra de grandes empresas consolidadas, pero para tomar sus mercados, pues luego las plantas las desmantelan o automatizan, despidiendo a los trabajadores, como ocurrió con las cerveceras y tequileras.
Por ello planteó la conveniencia de considerar a la inversión extranjera directa sólo como complementaria de la nacional, y que se impulse poderosamente a las medianas, pequeñas, microempresas y al sector social cooperativista, en una economía mixta para quitarle la hegemonía al neoliberalismo.
Estos segmentos deben recibir apoyo decidido para fortalecerse, capacitarse, mejorar sus procesos, elevar la producción y la productividad, porque generan muchos empleos en comparación con el monto de sus inversiones, “por ello, con respaldo gubernamental propiciarían la expansión del mercado interno y elevarían la producción y productividad y habría derrama económica y un desarrollo con equidad”, concluyó.