*Sospechan que exauditores se alían con despachos contables para las extorsiones.
De la redacción
Delincuentes de “cuello blanco”, con la presunta participación de exfuncionarios del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), se dedican a extorsionar a alcaldes.
Aprovechan el desconocimiento e inexperiencia de los presidentes municipales sobre los procedimientos de fiscalización y sus consecuencias, para aterrorizarlos con el riesgo de terminar en la cárcel por irregularidades en el ejercicio del gasto público, según revelaron a “El Espectador” varios de los gobernantes municipales.
Pidieron no citar sus nombres, para evitarse problemas; sobre todo, de imagen de ingenuos, porque lo fueron al dejarse sorprender por extorsionadores, quienes disponían de información sobre la aplicación de partidas presupuestales.
“Muchas veces uno incurre en irregularidades administrativas por no documentar correctamente los gastos, aun cuando no se trate de desviación de fondos y mucho menos de actos de corrupción. Con estos señalamientos muchos colegas han sido extorsionados, como lo fui yo”, reconoció uno de los ediles.
Las sospechas de que ex funcionarios o personal activo del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) están involucrados en las extorsiones se deriva de que la información usada como base para intimidar a los presidentes municipales es real y sólo la conocen en esa entidad fiscalizadora, indicaron los entrevistados.
Las posibilidades de que las extorsiones queden impunes son muchas, porque las víctimas no quieren denunciarlas, pues si las acusaciones penales si “filtran” a los medios informativos, quedarán en ridículo, por dejarse sorprender por vivales, siendo que no incurrieron en delito.
“Nada más es de imaginar lo que se diría de nosotros si se supiera que nos dejamos extorsionar con información falsa. Lo menos que nos dirían sería que fuimos ingenuos en extremo”, comentó a este semanario uno de los extorsionados.
LAS CERTIFICACIONES “PATITO”
Otros alcaldes han sido estafados con la certificación de sus procesos administrativos y calidad de la atención a los gobernados. Organizaciones dirigidas por vivales les venden caras esas certificaciones “patito”, que sólo por una ausencia total de autocrítica pueden creer y pagar.
Estos vivales les cobran para entregares reconocimientos como los mejores en tal o cual aspecto o en todos los del funcionamiento de los gobiernos municipales. Los engañan tanto que hasta ceremonias organizan, banquetes incluidos, para que le entreguen los pergaminos “chafas”, por los cuales pagan mucho dinero.
Una de estas organizaciones llegó al cinismo de evaluar Como el mejor alcalde del Estado de México a Fernando Zamora Morales, en una estafa evidente, como lo mostraron los hechos en la elección de ayuntamiento. El entonces gobernante municipal buscó su reelección, pero perdió estrepitosamente. Quedó en tercer lugar, muy lejos inclusive de quien se ubicó en segundo lugar. Lo estafaron.
