COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
OPOSITORES SE PREPARAN DESDE AHORA PARA BUSCAR
RECUPERAR ESPACIOS DE PODER: MORENA, EN LA LUNA
(Primera parte)
Un año y 8 meses después de haber sido aplastada en las urnas por MORENA, la oposición (carece de sentido decir de derecha e izquierda, porque toda es de derecha, con segmentos de ultraderecha) se prepara con el fin de reconquistar al menos parte de la clientela electoral perdida el primer domingo de julio de 2018. En su estrategia figura la de una alianza de todos, para “echarle montón” al partido gobernante en el mayor número de estados, distritos y municipios.
El objetivo es de todos contra el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, como nunca se había visto, aunque la mayoría de los nuevos partidos con posibilidades reales de obtener registro no se asumen desde ahora como opositores radicales; salvo el de Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala. Y con mezquindad aprovechan y distorsionan el problema de la pandemia del Covid-19.
Los procesos electorales serán el próximo año, y a escala federal sólo se renovará la Cámara de Diputados. No obstante, el año comicial arrancará en septiembre; es decir, dentro de seis meses. Se efectuarán elecciones locales en las 32 entidades federativas, incluidas las de gobernadores en 15 de ellas. Se tratará del año de mayor agitación política de la época posrevolucionaria por el número de posiciones de poder en disputa, con la elección de diputados locales y alcaldes en las entidades más pobladas del país:
Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Chiapas, Guanajuato, Puebla y Oaxaca, además de Tabasco, Yucatán y Morelos. En Coahuila, Quinta Roo y Tamaulipas tendrán sólo elecciones de ayuntamientos, en tanto que Hidalgo, Durango y Aguascalientes, la lucha será sólo por las legislaturas locales.
Los objetivos estratégicos de los partidos de oposición tienen en contra la enorme deslegitimación que los malos gobiernos del PAN, PRI y PRD les procuraron, mientras el Movimiento Ciudadano, al igual que el perredismo, cargan con el peso adicional de autodefinirse como de izquierda, pero marchar a la cola de la derecha, especialmente de la ultraderecha empresarial que los tiene como su brazo electoral para restaurar sus privilegios gozados durante el período neoliberal de 36 años.
Será la lucha electoral más importante después de la del primer domingo de julio del 2018, porque nunca los procesos electorales habían servido claramente para consolidar o frustrar un proyecto de transformación, como ocurrirá en 2021. Morena tendrá en contra la persistencia de la inseguridad pública y el nulo crecimiento económico. Y puede agravarse por la pandemia, como lo desea la mezquindad opositora.
Son los dos problemas que más resiente directamente la población, que entiende que se trata de fenómenos heredados con fuerte tendencia al agravamiento, por lo que mantiene el alto apoyo a AMLO, ante la desesperación de la ultraderecha empresarial, sus medios informativos, sus periodistas, y los partidos alineados con sus interese.
No obstante, es difícil prever cuál será el ánimo de los votantes frente a las urnas el próximo año; sobre todo, porque Morena, presuntamente en el poder, se desvaneció, con fuertes sospechas de haberse inmovilizado deliberadamente, como parte de la estrategia de la ultraderecha, ejecutada por sus infiltrados, pues nadie cree en ese exagerado nivel de incapacidad organizativa y de debate, que busca resolverse este año.