
*El nuevo gobierno trabaja para recuperar esos fondos que no eran del organismo.
De la redacción
Los delegados del ISSSTE en los estados de la República dejaron de entregar (enterar le dicen en la burocracia) a diversas instituciones cuotas descontadas a los servidores públicos federales durante varios años.
La suma acumulada y conjunta alcanza los 60 mil millones de pesos, de acuerdo con información de las actuales autoridades del organismo, quienes informaron que están trabajando para recuperarla.
Sólo una parte de ese dinero corresponde directamente al Instituto, porque se trata de cuotas descontadas a los empleados de la federación asignados a las entidades federativas, por concepto de seguridad social.
Otra parte debió entregarse a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, porque fueron los descuentos aplicados a los ingresos de la burocracia por el Impuesto Sobre la Renta (ISR), pero que indebidamente las retenedoras no entregaron inmediatamente al fisco.
En forma inexplicable la dependencia encargada de recaudar los gravámenes no procedió de inmediato.
Dejó pasar años, como lo hizo el propio ISSSTE con las cuotas, que se destinan a la prestación de los servicios médicos, pensiones, compra de medicamentos, equipo, material de curación, pago de nómina, más la construcción de infraestructura para la atención de la salud. El tema ha tomado mayor relevancia ahora que se discuten las condiciones del sector Salud para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
No menos grave fue la desviación de los pagos que los servidores públicos federales que laboran en los estados hicieron para amortizar y cubrir intereses de hipotecas de sus viviendas: no los entregaron al organismo especializado en la atención de las necesidades habitacionales de la burocracia federal.
En este sentido, la desviación del dinero hacía fines distintos a los de su destino ocasionaron problemas de incumplimiento de pagos, por lo que aun cuando los descuentos se aplicaron, al no entregarse el dinero a donde correspondía, aparecieron como morosos.
Las actuales autoridades federales reconocieron será difícil recuperar la suma de dinero descontada a los servidores públicos y no entregada, pero se está trabajando para ese fin, pues en el caso del ISSSTE, el organismo tiene grandes carencias presupuestales.
Las delegaciones del ISSSTE, como las de otras dependencias federales para los estados, se entregaban a políticos, muchas veces como premio de consolación por no poder alcanzar posiciones más relevantes en el Poder Ejecutivo, según se informó en la conferencia en la cual se dio cuenta de la no entrega de los 60 mil millones de pesos.