
*La tasa era alta, pero los homicidios eran pocos, porque había poca población.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera parte)
Desde que se lleva registro, la mayor tasa de homicidios intencionales en México por cada cien mil habitantes se dio en el último año del sexenio del presidente Lázaro Cárdenas del Río: 67.04 fue la media; es decir, 670 por cada millón de mexicanos. Fueron 13 mil 175 homicidios en ese 1940, cuando la población era de 17 millones 428 mil, similar a la actual del Estado de México.
El menor índice de muertes violentas intencionales por cada cien mil habitantes se registró en el 2007, primer año completo del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, con un promedio de 8.24, y un número absoluto de 8 mil 867, de acuerdo con un análisis comparativo de “El Espectador”, a datos de diversas fuentes, pero principalmente de la consultora “Lantía”, la cual recabó información de 1931 a 2018.
La diferencia entre el derramamiento de sangre de aquellos años y la actual es que entonces la mayor parte de las muertes violentas intencionales ocurrían por venganzas en rencillas entre familias, que en las zonas rurales llegaban al exterminio, mientras ahora corren por cuenta de una delincuencia organizada despiadada, en busca de lucro,
A partir de 2007, en plena campaña militar contra el narcotráfico y con Genaro García Luna al frente de la Secretará de Seguridad Federal, los homicidios dolosos fueron en aumento, para alcanzar un pico de 27 mil 213 en 2011 y una media de casi 24 muertes violentas intencionales por cada cien mil mexicanos.
En el año más sangriento del sexenio calderonista la población mexicana era de casi 114 millones habitantes Esa administración cerró con un promedio de 18.04 homicidios anuales por cada cien mil habitantes, según un estudio del Carlos Vilalta.
La consultora recordó las dificultades encontradas para recabar la información oficial sobre el tema, indispensable poder elaborar su estadística, porque en 1931 no había un manejo específico como ahora.
Los datos debieron ser buscados en los anuarios editados por el gobierno federal sobre aspectos generales de lo ocurrido cada año en el país, por lo cual fue necesario hacer desgloses entre las muertes totales, y separar las que tenían como causa la violencia aplicada intencionalmente contra las víctimas.
El mayor número de muertes violentas intencionales de ahora, aun sin las tasas tan elevadas por cada cien mil habitantes de hace más de 80 años, se explica por el aumento de la población en los últimos 86 años: en 1931 los mexicanos sumaban 16 millones 840 mil; en estos momentos se estima que se acercan a los 130 millones.