LO DICHO, LAS RAZONES Y SINRAZONES
REPUDIABLE PAPEL DE “FINANCIAL TIMES”
No hay precedente en al menos los últimos 70 años de un medio informativo extranjero que haya llamado al derrocamiento de un gobierno electo democráticamente con el mayor porcentaje de votos en mucho tiempo, como ocurrió con la publicación británica “Financial Times”, que pidió a los opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador unirse para sacarlo del poder.
Ese medio informativo de gran influencia en el mundo financiero mundial representa los intereses del segmento financiero mundial más depredador de la economía de los países y del bienestar de miles de millones en el planeta, y es enemigo de los gobiernos progresistas, quienes no acatan las recetas del FMI y el Banco Mundial.
Por eso irrita y resulta repudiable su propuesta, que fue bien recibida por la derecha y ultraderecha, que en el plano electoral tienen en sus filas a Marko Cortés, Vicente Fox, Hicks y Felipe Calderón.
FALLAN TAMBIÉN LOS COLUMNISTAS
En los países desarrollados y con buenos medios informativos los columnistas son diferentes a los mexicanos, donde el género, con las excepciones de la regla, devino oportunidad para el chantaje, la extorsión o la dádiva. Aquí en los espacios de este tipo de opinión se desinforma, calumnia, ataca y se oculta la realidad y se elogia y defiende a quienes pueden pagarle a la mayoría de os columnistas.
Se les tiene por informados, aunque muchas veces escriben cuanto les dicen que escriban o comentan sin la información suficiente. Aun periodista con cierta credibilidad, como Salvador García Soto, incurren en estas fallas. Ahora con la muerte de Gerardo Ruiz Esparza mostró ese desconocimiento en el tema. Presentó al fallecido ex secretario de Comunicaciones y Transportes como un político representante de la vieja guardia mexiquense, y como un representante de la clase priísta estatal.
Ruiz Esparza no formó parte de la clase política mexiquense. Es más, no lo querían los cuadros del PRI. No era del Estado. Llegó en la campaña electoral de Alfredo del Mazo Maza, y al termina ese sexenio, con Alfredo Baranda García como gobernador sustituto, se fue del Estado y no participó en la política local sino hasta 25 años después, cuando Enrique Peña Nieto lo nombró secretario de Comunicaciones. Y no representó a los priístas del Estado en el gabinete, sino los intereses de OHL e HIGA.