Un porcentaje nada desdeñable de la población mexicana sigue creyendo las noticias falsas que circulan sobre el coronavirus, a pesar de que cada día a las 19 horas hay información oficial, examinada por un grupo de científicos, sobre la evolución de la pandemia. Hay una campaña ruin de desinformación, que no debemos atender los mexicanos. Debemos, sí, atenernos a la información oficial, porque está certificada. En este contexto deben entenderse también las notas que cuestionan la labor de las autoridades sanitarias del país, y que aparecieron en medios internacionales.
Ahora la pandemia de Covid-19 entró en su fase más riesgosa, por ello y a pesar de las campañas de desinformación y golpeteo contra la autoridad, es indispensable que tomemos conciencia social y atendamos la recomendación de quedarnos en casa. Es cierto, hay un alto porcentaje de la población que va al día y no tiene ahorros, ni ingresos para sobrevivir, pero aun así, importa más la vida y la salud, porque si a la pobreza (producto de la injusticia social) le agregamos el contagio y muerte de algún familiar por el coronavirus, la cosa siempre será peor.
ACABANDO ESTO: A TRABAJAR
Los mexicanos que a todo le encuentran el lado chusco, ahora sostienen que una vez que pase la pandemia, deberá resolverse no sólo la crisis económica, sino también generarse un ánimo social dispuesto a reanudar con vigor las actividades suspendidas, porque existe el riesgo de que a pesar de quejarnos de las inconveniencias, incomodidades y problemas económicos y familiares ocasionados por el encierro, nos hayamos acostumbrado a no salir a trabajar.
En todas las actividades deben reponerse gran parte de lo que se dejó de hacer, pues de lo contrario la caída de la economía será mayor a como se teme.