
*Gastó mucho y mal el GEM: más dinero a gasto operativo que a municipios.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera parte)
El año pasado las autoridades estatales fueron el clásico ejemplo de “gobierno rico y pueblo pobre”. Nadó en dinero y gastó mucho y mal. Como ejemplo están tres partidas presupuestales: destinó a gasto operativo 54 mil 627 millones de pesos. A la inversión en obras públicas, determinantes para los niveles de bienestar social: 31 mil millones.
El gobierno mexiquense obtuvo fondos excedentes de una dimensión tal que no pudieron ser aplicados en su totalidad durante el 2019. Sobraron 8 mil 421 millones de pesos. Los ingresos del GEM sumaron 324 mil 423 millones de pesos, 34 mil 412 millones de pesos más de lo esperado.
Es una administración pública excesivamente cara y de resultados socialmente insatisfactorios, por los niveles de pobreza y marginación de un alto porcentaje de los mexiquenses y la baja productividad del Estado, y más si se mide por habitante, de acuerdo con un análisis comparativo de “El Espectador”.
Otro referente para ubicar en su justa dimensión el excesivo gasto operativo es el monto de participaciones y aportaciones entregadas a los 125 municipios, muchos de los cuales financian con esos fondos el 90 por ciento sus respectivos presupuestos.
En conjunto recibieron 50 mil 087 millones de pesos; es decir los 125 ayuntamientos obtuvieron conjuntamente, 4 mil 540 millones de pesos menos que el monto destinado al puro gasto operativo del gobierno estatal.
El análisis de este semanario se hizo a las grandes cifras contenidas en la información oficial del Poder Ejecutivo, relacionada con la presentación de la Cuenta Pública estatal del año pasado, que será revisada y dictaminada por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) y calificada por Poder Legislativo.
Una reforma constitucional pasada condujo a la renuncia de la representación popular de la entidad a esta facultad, la segunda más importante después de la de legislar. Pero ha sido recuperada, y ahora adicionalmente la fiscalización se dará en una época cuando la mayoría legislativa formada por los diputados de MORENA y sus aliados está empeñada en erradicar y castigar la corrupción.
El gasto operativo nada tiene que ver con el pago de la nómina, éste último consume el 68.2 por ciento del gasto total. Por ello mismo extraña que el gobierno estatal destine a los 125 ayuntamientos sólo el equivalente al 92 por ciento del monto destinado al gasto operativo. No es difícil entender que tenemos una administración costosa, que gasta mucho y mal, porque el enorme gasto no se traduce en una elevación de las condiciones de vida de los cerca de 17.5 millones de mexiquenses. (Continuará)