1-Desde hace tiempo se sabía de los altos niveles de corrupción de los directivos de la Cooperativa Cruz Azul, más conocida por el equipo de su propiedad y del mismo nombre. Es o era un empresa próspera, manejada como compañía particular por su dirigentes, quienes de acuerdo con la legislación que rige esta modalidad de organización para la producción, consumo o comercialización, los mandos son trabajadores con los mismos derechos que sus compañeros, con la diferencia de que ganan más quienes más calificación tienen, pero los beneficios son para todos.
Los hermanos Álvarez se enriquecieron en exceso a costa de los trabajadores. Se habla de que poseen numerosas mansiones en el extranjero y que viven como reyes, protegidos por las autoridades, porque las denuncias en su contra presentada por los socios de la Cooperativa nunca prosperaron.
Hay investigaciones de las autoridades fiscales que indican que desviaban dinero de los cooperativistas a campañas electorales, inclusive de las presidenciales. Todavía en 2018 habrían entregado 150 millones de pesos a uno de los hombres más cercanos al entonces presidente Enrique Peña Nieto.
2-Un muy buen y socialmente útil trabajo de investigación periodística de Andrea Meraz puso al descubierto que el gobierno de Enrique Peña Nieto entregó contratos por 204 millones de pesos a una empresa que tiene existencia legal, pero no parece operar en la práctica. Ya en este gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador esa compañía le vendió 21 millones de pesos.
En realidad la noticia presentada por Ciro Gómez Leyva en Telefórmula se centró en los contratos entregados por el gobierno de la cuarta transformación, pero lo que encontró por la reportera Meraz involucra al anterior gobierno, que pagó a esa compañía 10 veces más de lo que cubrió el actual. Ese caso generará un nuevo escándalo.