LO DICHO, LAS RAZONES Y SINRAZONES
SORPRENDIERON EMPRESAS DE SEGUROS
Sorprendieron positivamente las empresas del ramo de seguros y fianzas, nucleadas en la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), al decidir apoyar al personal de salud que se juega la vida todos los días en el combate al Covid-19. En el Palacio Nacional la dirigente anunció el otorgamiento de seguro en forma gratuita a 1.6 millones de servidores públicos, para que en caso de fallecimiento por el coronavirus reciban un apoyo de 50 mil pesos.
La disposición a la solidaridad es plausible. Y más porque se trata de un sector de un ámbito no caracterizado por la generosidad, como lo es el de las aseguradoras. Es deseable que la pandemia, que marcará a la población del mundo y especialmente a la mexicana, contribuya a arraigar entre quienes más tienen un espíritu propenso a apoyar a quienes más lo necesitan.
EL RUINOSO SISTEMA DE SALUD ESTATAL
El gobierno estatal, como autoridad sanitaria, enfrenta el problema del coronavirus con un sistema de salud ruinoso, herencia de la administración de Eruviel Ávila Villegas. La corrupción desmoronó la calidad de los servicios, dejó muy deteriorada la infraestructura para la atención de la salud de la población abierta (como eufemísticamente se le dice a los mexiquenses más pobres y excluidos del sistema de seguridad social), un fuerte déficit de médicos y enfermeras, de equipo, un bajo índice en la existencia de medicinas, una elevada deuda y miles de “aviadores” que corrieron los actuales responsables del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
En estas condiciones, aun cuando dolorosamente los enfermos de Covid-19 suman miles y los muertos, centenares, es un milagro que los daños no sean mucho mayores; sobre todo, porque se trata de la entidad federativa con la mayor población del país. Además, como el actual gobernador es compañero del anterior, ni siquiera denuncia públicamente las condiciones en que encontró al organismo ni ha purgado la estructura para despedir al personal culpable de los quebrantos.