
*En ningún país la ultraderecha empresarial intenta descarrilar un gobierno, como aquí.
De la redacción
La economía de todos los países del mundo retrocederá este año debido a la crisis ocasionada por Covid-19, con efectos perniciosos para los más pobres. Y las secuelas durarán dos o tres años, como lo enseña la historia, sostuvo Miguel Ángel Fuentes Radilla, economista y académico de la UNAM.
La misma China reducirá su ritmo de crecimiento económico, ya disminuido de por sí desde antes de la pandemia. El valor de los bienes y servicios que producirá este año crecerá entre el uno y el dos por ciento, y representará una reducción de unos 5 puntos sobre el aumento promedio de la última década, detalló.
Por la dimensión de la economía china, esa disminución del ritmo de crecimiento afectará al mundo entero, aunque el impacto negativo de la crisis será más grave en las naciones de escaso incremento de su producto interno bruto (PIB), porque podrán retroceder entre el 6.0 y el 10.0%, por el entorno económico adverso que generará el Covid-19, explicó el experto.
El planeta vivirá horas negras en el tema económico, aunque por ahora la atención la acapare la crisis sanitaria. Ésta pasará, con la dolorosa perdida de vidas humanas, pero “reconstruir la economía mundial será una tarea mucho más complicada que abatir y erradicar el virus”, explicó Fuentes Radilla.
MÁS COMPLICADO EL CASO MÉXICO
El entrevistado se refirió a la situación en México, y aseveró que la recuperación económica será más difícil aquí por el boicot de la ultraderecha empresarial, que se enriqueció con la corrupción de los gobiernos neoliberales a través de ventas con sobreprecios al sector público de bienes y servicios, y quiere recuperar las condiciones para el saqueo a la nación.
De la misma forma obtenía contratos para obras públicas encarecidas, muchas de las cuales se hacían de mala calidad, no se concluían, ni siquiera se iniciaban, pero las pagaban los gobiernos, incluso a empresas fantasmas, recordó el académico.
El catálogo de modalidades del saqueo al patrimonio nacional incluía las diversas concesiones. Y la más utilizada: el perdón fiscal; es decir, no cobrarles los impuestos sobre sus ganancias.
Estimó que en el sexenio de Enrique Peña Nieto las no más de 8 mil grandes empresas dejaron de cubrir unos dos billones de pesos de impuestos sobre sus utilidades. Estas empresas disponen de costosos despachos de fiscalistas que les ayudaron a evadir impuestos con deducción de gastos no efectuados. “Y aún así, no pagaron los gravámenes sobre los montos de sus ganancias que no pudieron deducir ilegalmente”, subrayó.
Este reducido número de dueños del dinero en México no se resigna a perder lo que tenía y busca restaurar ese régimen, para lo cual boicotea al gobierno de Andrés Manuel López para hacerlo fracasar. “No invertían y por eso la economía no creció en el 2019. Ese boicot lo intensificarán de aquí en adelante, y dificultará la recuperación económica. Esto no ocurre en otros países”, concluyó el economista.