EL PODER QUE CORROMPE Y ANIQUILA.
Jairo A. Tell
Estará usted de acuerdo conmigo amable lector, en que el poder es una enfermedad que solo al inútil pesca, y que son pocos, pero muy pocos aquellos personajes que saben ejercerlo con responsabilidad. Y es que no hay que ser un erudito, ni muy ducho en la materia para descubrir a cientos de personas que padecen esta enfermedad. Para ello, no tenemos más que encender el televisor y disponernos a ver y escuchar la gama interminable de casos en los que el uso y el abuso del poder son evidentes. Exmandatarios, exgobernadores, exlegisladores, ex procuradores y un cumulo más de servidores públicos de medio pelo, encajan perfectamente en ese apartado de las mieles del poder; no obstante, no son los únicos, pues más de un tinterillo de cuarta, incrustado en las filas de la procuración de justicia, se siente con el supremo poder de amedrentar y revictimizar a las víctimas de algún delito, para que desistan de su denuncia, coludidos en muchas ocasiones con el crimen organizado, ahí tenemos el caso de Jalisco en donde la policía por órdenes del gobernador Enrique Alfaro, le quitan la vida a un joven albañil tan solo por no utilizar el cubre bocas. El llamado “Tío Lucas” principal detractor del Presidente López Obrador exhibe sus limitaciones en el ejercicio del poder, pues bajo sus órdenes arrebataron la vida a un ciudadano indefenso, así debían combatir a los criminales. Pero eso no es todo, prefiere andar en el arguende político confrontándose con la autoridad sanitaria y con el ejecutivo y descuida lo sustancial que es la seguridad de su estado ¿No es para sorprenderse con el abuso manifiesto del poder?.
Ha, Pero se nos olvida, o “alguien” desea que se nos olvide otro triste episodio, como cuando el Estado de México fue gobernado por Arturo Montiel, Enrique Peña, o Eruviel Ávila, durante estos periodos, proliferaron los desarrollos residenciales, desaparecieron misteriosamente las cuotas retenidas a los trabajadores por parte del ISSEMYM y del ISSSTE; y aparecieron propiedades a su nombre de los exgobernadores o de sus prestanombres en Francia, Acapulco y otros lugares turísticos. Pareciera que los tiempos del abuso nos vuelven a alcanzar, y que los personajes que lo practican, siempre tendrán como respaldo a la expresión política que representan. Los del PRIAN se están reagrupando para continuar con el saqueo con la pretensión de hacer renunciar al representante del ejecutivo nacional mediante el FRENNA, con todo y sus marchas Fifís a las que los madreadores twitteros y Facebukeros llaman “Marchas Pedorras”. Ahora a base de billetazos compran conciencias como es el caso de Lili Téllez, una Pseudoperiodista que abandona las filas de MORENA para adherirse al PAN y de esa manera estar en la antesala de competir por el gobierno de Sonora. Curiosamente la historia debe permitirnos no cometer errores del pasado; pero por lo visto seguimos sin poder romper con ese círculo vicioso. Desgraciadamente para el pueblo cada vez está más lejana la posibilidad de tener tranquilidad, toda vez que ese enorme monstruo llamado poder, compra, corrompe y pervierte a toda la estructura política, social, económica y cultural del país. Hoy hasta los intelectualoides enseñan el musculo para salvaguardar sus intereses solo que de manera burda, sin estilo y sin el menor pudor.
Vamos hasta en las instituciones de educación, directivos y supervisores adolecen del mismo mal, no cumplen con sus obligaciones, pero cuando se sienten señalados arremeten sin piedad contra el personal a su cargo; los enterados del caso, no se explican cómo es que muchos de ellos llegan al cargo sin tener la preparación ni las credenciales suficientes, pero eso sí, se coluden con las asociaciones de padres de familia que en no pocas ocasiones son verdaderas mafias que les permiten enriquecerse de manera ilícita a costa de las cuotas “voluntarias” de los padres de familia. Alguien incrustado en las filas del magisterio comento lo anterior con pruebas en la mano. Es precisamente ahora cuando el pueblo se pregunta y no precisamente en sentido jocoso “quien podrá defendernos”, si quien cuenta con todas las herramientas legales y todo el poder del estado, no ha podido contener al enorme monstruo creado desde administraciones anteriores, pero fortalecido sobre todo durante los gobiernos panistas, que por inexperiencia o por incapacidad no pudieron frenar a la delincuencia organizada. Es más, hasta hicieron uso faccioso del poder como ha quedado demostrado con el caso García Luna.