
*Partidos de ideología distinta pueden aliarse: se vale en la lucha democrática: JIFL.
De la redacción
La idea de formar un Bloque Opositor (BOA) no es nueva. Ya se intentó formarlo apresuradamente unos dos meses antes de las elecciones federales de 2018, impulsado por Enrique Krause, con apoyo de empresarios, pero fracasó, sostuvo Jorge Iván Frausto Leal, colaborador de este semanario.
Un cercano del dueño de la revista “Vuelta” lo delató, aunque los medios informativos no le dieron la cobertura debida al caso. Y el proyecto de entonces no llevaba el agregado de “opositor”, porque iba dirigido contra Morena, que opositora. Krause abiertamente hizo campaña en los noticieros de radio y televisión para llamar a votar por candidatos a senadores y a diputados federales adversarios a los de Morena, dijo.
Cuando el intelectual percibió que era imposible impedir el triunfo de López Obrador, en contra de quien había hecho campañas, libro incluido, y llamaba peyorativamente, para descalificarlo “el Mesías tropical”, dirigió sus esfuerzos a influir en los electores, para que votaran en contra de Morena en las elecciones legislativas federales,
Argumentó en entrevistas dadas a conductores de noticieros en radio y televisión que lo mejor para el país era un gobierno dividido, para fortalecer la democracia, con fuertes contrapesos, porque, advertía con vehemencia, si le daban mayoría legislativa a Morena, López Obrador se convertiría en dictador. Su campaña financiada por empresarios fracasó, pero dejó la idea del “Bloque Amplio”, ahora con el agregado de “Opositor” (BOA), por razones obvias, recordó el entrevistado.
En seguida señaló: los afectados por las políticas públicas del presidente Andrés Manuel López Obrador, especialmente su combate a la corrupción, el fin de las compras de bienes y servicios las obras públicas con sobreprecios y la prohibición constitucional para perdonar impuestos, buscan su alejamiento por la misma vía en que llegó al cargo: la electoral, mediante la estrategia “de echarle montón”, a Morena.
Es legal y válido en la democracia las alianzas de fuerzas políticas para las elecciones, pero lo que debe preocuparnos es el segmento empresarial de ultraderecha y golpista, que aplaudió el derrocamiento de Evo Morales en Bolivia y respalda al menos moralmente a Guaidó en sus gestionen que buscan la intervención militar directa de Estados Unidos en Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro, alertó Frausto Leal.
En seguida atribuyó a la oposición mediática al gobierno de la cuarta transformación la distorsión de lo que dice el documento del BOA. Con dolo se quejan de que los incluyeron como participantes en ese Bloque, cuando el documento los menciona como potenciales aliados, a quienes debe reclutarse, no como promotores, precisó.
El columnista explicó que los medios informativos, sean o no parte del BOA, ya cumplen el papel que éste les asignará, mientras los grandes empresarios boicotean la economía, no invierten y los del norte han planteado una huelga de impuestos. Realizaron manifestaciones en 62 ciudades, para exigir la renuncia de López Obrador, y un empresario se declaró líder de un movimiento nacional con el mismo fin. Hasta el propio líder del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar se quejó de que recibe presiones para que encabece un movimiento antimorena, concluyó Frausto Leal.