Ayuntamientos Quebrados por Covid-19: ¿Y el
Neoliberalismo en la Toluca de Juan Rodolfo?
Augusto L. Robles
La semana pasada apareció en la página web de ‘El Universal’ una nota que hace referencia a la solicitud de algunos ayuntamientos mexiquenses para contraer deuda y así hacer frente a la difícil situación económica derivada de la pandemia por Covid-19. Entre los municipios figuraba el nombre de la capital de estado: Toluca.
Desde el inicio del actual trienio, el gobierno morenista de Juan Rodolfo en Toluca se ha caracterizado por un claro distanciamiento ideológico del proyecto de la Cuarta Transformación impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y supuestamente apoyado por los cuadros políticos que Morena impulsó a lo largo y ancho del territorio nacional hace dos años. Ejemplos de ello sobran en la capital mexiquense, desde la pesada burocracia hasta la subcontratación innecesaria de empresas, de lo cual el área de comunicación social es solo un caso en donde se tienen una abultada nómina que no se justifica, y tampoco se veía antes de la pandemia (simplemente el espacio de oficinas no es suficiente para la cantidad de personas que trabajan oficialmente para el área), a lo que se suma la subcontratación de servicios -como el manejo de las redes sociales- por los cuales se pagan elevadas sumas de dinero siendo que esas actividades las debería hacer, y para ello se les paga, el personal del área.
Y ese tipo de manejo de recursos y personal se repite por toda la estructura administrativa del ayuntamiento, pero no es la única contradicción con la austeridad republicana promovida por López Obrador, por ejemplo, al tiempo que el presidente condenaba la práctica de los contratos de Asociación Pública- Privada (APP), que tanto daño han hecho al país por lo costoso que resulta y lo propensos que son para solo simular trabajo, Juan Rodolfo solicitó autorización para dejar en manos de particulares el servicio de alumbrado público, por lo cual se pagará una cantidad estratosférica a una empresa, sin que los mecanismos de licitación -o más seguro, adjudicación directa- se hayan transparentado ni existan candados para evitar un fraude descomunal contra las finanzas del municipio.
Ahora, según la nota de ‘El Universal’, Toluca junto con otras demarcaciones busca endeudarse o reestructurar su deuda con la banca de desarrollo -no especifica cuál es el caso particular de la capital mexiquense- que no es otra cosa que restarle a las futuras administraciones recursos para atender las necesidades de la población, pero sin hacer primero un ejercicio de ajuste de cinturón al interior de los ayuntamientos. Al inicio del trienio el alcalde toluqueño denunció haber encontrado una gran cantidad de aviadores y aseguró se corregiría la situación; sin embargo, año y medio después no se sabe aún si se logró algún ahorro con la salida de los aviadores, ni si esos recursos se han destinado a obras o servicios ni si, por el contrario, esos aviadores fueron sustituidos con otras personas afines al actual edil, trabajen ahora sí o no.
El presidente López Obrador advirtió ya sobre la tentación de algunos gobernadores para endeudarse con pretexto del covid, pero más bien con la intención de hacer desde ahora trabajo político para las elecciones del próximo año, y algo así podría estar sucediendo en la capital mexiquense, pues el alcalde parece interesado en lograr su reelección y no está claro que Morena, el partido por el cual accedió al cargo vaya a apoyar la re postulación de sus cuadros, sobre lo cual ya el titular del ejecutivo Federal ha dicho estar en contra de las reelecciones.
En todo caso, la situación financiera de Toluca, al igual que la del país, no se debe de manera particular al Covid-19, sino a la política neoliberal impulsada desde el palacio del ayuntamiento, y que, como reflejo o microcosmos de la realidad nacional, beneficia solo a un puñado de empresas y particulares a quienes se busca privilegiar con contratos onerosos y sin competencia; es más, hasta hay quienes piensan se trata de los mismos personajes y empresas beneficiadas durante el sexenio de Peña Nieto.