1-Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto de un desplome de la economía mexicana hasta un 10.5 por ciento no son descabellados, porque además de los problemas de la pandemia y la suspensión de actividades, los grandes empresarios ya aplicaban un boicot a las inversiones, para hacer fracasar al gobierno del presidente López Obrador. Esa estrategia tiene como finalidad recuperar el control sobre el gobierno, al que antes tenían sometido y a su servicio. Y en este objetivo dejar de invertir forma parte de las tácticas, por lo cual la recuperación económica será más lenta en México.
2-Los voceros del sector empresarial que se beneficiaba del perdón en el pago de impuestos, con las ventas de bienes y servicios y obras públicas cobradas con sobreprecios (en realidad, no más de 8 mil empresarios), tratan de convencer al resto del empresariado -especialmente a los medianos, pequeños y microempresarios- de que la política fiscal los perjudica a todos, cuando nada más ellos eran beneficiados por el régimen corrupto y selectivo desplazado y que ellos quieren restaurar.
En México el padrón de contribuyentes es superior a los 64 millones de mexicanos, pero la condonación de impuestos y todo el saqueo lo perpetraba ese grupo de 8 mil grandes empresas nacionales y extranjeras.