
*Males crónicos de pacientes de coronavirus elevan el riesgo de morir.
De la redacción
Las silenciosas epidemias de hipertensión, diabetes, obesidad, males pulmonares y cáncer potencian la letalidad del Covid-19. Son factores de riesgos que dificultan salvar a quienes adquieren el virus; sobre todo, si tienen una, dos o más de estas enfermedades.
Malas condiciones de salud previas a los contagios elevan la letalidad del coronavirus, por lo cual quienes padecen esas enfermedades seguirán falleciendo en mayor proporción que los sanos, alertó el sistema nacional de salud.
Los altos porcentajes de enfermos de hipertensión, diabetes, obesidad, sobrepeso, daños pulmonares y cáncer eran conocidos desde hace tiempo. De la misma forma existía la idea de que ocasionaban la muerte, pero el coronavirus ha ubicado en su justa dimensión la gravedad de estas epidemias.
Contribuyen a elevar los índices de letalidad de la actual pandemia los males pulmonares ocasionados por el consumo de tabaco, de ello también se tenía información, pero no con la precisión actual.
De acuerdo con las autoridades de salud del país, los padecimientos de hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad, y daños pulmonares, por si mismos ocasionan anualmente 360 mil muertes.
Además, los decesos cuya causa o detonante es una de esas enfermedades representan más del 50 por ciento de todas las muertes que ocurren anualmente en el territorio nacional por causas ajenas a padecimientos infecto-contagiosos, según la información estadística del sistema nacional de salud y del INEGI.
Ahora, con la aparición y propagación del coronavirus en México, esos padecimientos contribuyeron en un alto porcentaje de las muertes, situación que sólo fue igual o peor en Estados Unidos.
El equipo de encargados de la estrategia contra el Covid-19 propuso que, una vez superada la emergencia sanitaria en México, el gobierno federal estudie y resuelva estos problemas de raíz; es decir, que erradiquen sus causas ya identificadas y documentadas científicamente.
Se trata, entre otras, del alto consumo de alimentos “chatarra”, en cuya elaboración se abusa del empleo de grasas saturadas, sales, azúcares obtenidos no de caña, colorantes y conservadores químicos que, adicionalmente, generan adicciones, al grado de que las familias de escasos recursos optan por comprar bebidas refrescantes embotelladas y son más caras que los alimentos nutritivos.
Las autoridades federales, incluyendo las actuales, han permitido la producción y venta de los alimentos procesados y ultraprocesados, así como de bebidas embotelladas con alto contenido calórico y escaso valor nutricional, por lo cual hay una descomunal epidemia de mexicanos con hipertensión, diabetes, sobrepeso y el agravante de la desnutrición, lo cual se evidenció con la pandemia, por contribuir a elevar la letalidad del coronavirus.