
*De por sí los futbolistas que actúan en el los torneos son pocos profesionales.
De la redacción
La reapertura de torneos de ligas europeas de futbol, después del paro por la pandemia del coronavirus Covid-19, no fue todo lo afortunada que se esperaba. Con excepción del Liverpool, quien pareció no haber dejado de entrenar y ganó el título con 22 puntos de ventaja, el resto de los equipos se vio mal en la primera fecha.
Aun los grandes de cada país, como el Real Madrid y el Barcelona, de España; La Juve, de Italia; y el Bayer Munich, de Alemania (que igualmente salió campeón) se vieron mal en sus primeros juegos en la reanudación de los torneos.
Los astros del balónpie europeo reflejaron también los efectos de la larga inactividad en que estuvieron por la pandemia, pues no fueron lo que habían sido hasta el día en que se suspendieron los torneos.
En lo colectivo y lo individual, los equipos no funcionaron bien, con la salvedad del campeón de la liga inglesa, aunque debe decirse que físicamente los jugadores se vieron preparados. Las fallas estuvieron en el dominio del balón, el juego de conjunto, la visión del terreno y la ubicación de los compañeros.
EN MÉXICO LA COSA PUEDE SER PEOR
Con estos antecedentes, no debemos alentar muchas esperanzas de que el torneo mexicano -arrancará el próximo día 24- será distinto, pues si los grandes clubes europeos resintieron la inactividad, no puede esperarse algo distinto de los equipos de la Liga MX.
En este mismo espacio se ha criticado la deficiente condición física en que comienza las competencias un alto porcentaje de los futbolistas en el país, aun sin parar tanto tiempo, como ocurrió ahora.
Varios, en especial los menos profesionales (aunque cobren como tales), no adquieren la debida condición física sino después de transcurrir la mitad de la competencia, y algunos todavía cuando ya pasaron las dos terceras partes de las jornadas programadas, acusan un cansancio inexplicable e imperdonable en quienes viven del futbol.
No puede esperarse que ahora, cuando estuvieron más tiempo inactivos, reaparezcan en buenas condiciones físicas, técnicas y tácticas, por ello no debemos sorprendernos si presenciamos los peores partidos del inicio de un torneo del futbol mexicano de primera división.
Desde siempre -aunque con menos tiempo de descanso- un alto porcentaje de los jugadores iniciaba las competencias con mala condición física, sin dominio del balón ni visión del terreno de juego. Ahora las cosas podrían ser peor y lo contrario sería una gran y buena sorpresa.