1-Alumnos de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, que tenían tomada las instalaciones del plantel desde antes de la pandemia de Covid-19 decidieron hace unos días dejar el lugar, donde estaban para exigir se aplique la ley a acosadores sexuales en la comunidad universitaria.
Actuaron con sentido común, porque la UAEM suspendió actividades por el coronavirus, y en esas condiciones el paro como medida de presión para lograr la satisfacción de sus demandas (justas, por lo demás) perdió su eficacia.
Era tanto como si unos obreros emplazaran a huelga a una empresa que está cerrada, pues en un caso así no afectarían a los patrones, porque su planta de por si estaba parada.
2-Después de que la Facultad de Humanidades de la UAEM suspendiera su movimiento parista, sólo quedaba en paro la Facultad de Ciencias de la Conducta, con más de 4 meses en lucha por las mismas razones que la primera y justo donde inició el movimiento contra el acoso y hostigamiento. Antes levantaron sus bloqueos estudiantes de las facultades de Arquitectura, Ciencias Políticas y Sociales.
Había muchas voces para que los paristas suspendieran su lucha y la reanuden en cuando pase la pandemia, porque lo que demandan es justo y no debe quedar en el olvido, las autoridades universitarias han estado pendientes del asunto y abiertas a la cooperación.