*Con demora, pero se descubrió la maniobra de la prensa argentina de derecha.
De la redacción
Con varios años de atraso, ha quedado al descubierto la mentira de los medios informativos argentinos de derecha, los cuales inventaron una presunta presión de Cristina Fernández de Kirchner a la Interpol, cuando era presidenta de Argentina, para que se retirara la alerta roja sobre funcionarios de Irán, denunciados penalmente.
Los hechos origen del problema inventado ocurrieron años antes de que la ahora vicepresidenta de Argentina fuera mandataria (2007-2015), y se relacionan con un atentado que arrojó varios muertos en la sede de una organización denominada “Asociación Mutual Israelita-Argentina”.
El ataque fue atribuido a iraníes, pero durante su gobierno, Mauricio Macri inventó lo de la manipulación de Fernández para favorecer a los autores del atentado. Específicamente los medios informativos difundieron como verdad esa presunta intervención presidencial, y sirvieron de base para la denuncia contra la ahora vicepresidenta, para inhabilitarla y conjurar el peligro de una derrota de Macri, quien buscaría la reelección que, al final, terminó con una contundente derrota en las urnas.
Las presiones supuestamente se habían hecho a la Interpol, cuyo representante en Argentina jamás fue citado a declarar, pues no se trataba de esclarecer los hechos y hacer justicia, sino de neutralizar a una adversaria poderosa, como después lo haría Jair Bolsonaro en Brasil, contra Lula. Los medios informativos deliberadamente ocultaron que la Interpol no puede levantar una alerta roja, porque eso es facultad de los jueces que la autorizan. Y la organización policial internacional negó oficialmente el mes pasado que hayan existido las presiones atribuidas a Cristina Fernández.
La justicia argentina fue manipulada por Macri, y liberó orden de captura contra Cristina Fernández, en la oposición durante ese gobierno, y en contra de quien fue su canciller, Héctor Timerman, quien falleció de cáncer en diciembre de 2018, porque el juez macrista, Claudio Bonadío no lo autorizó a viajar a Estados Unidos para atenderse.
La persecución de Fernández y Timerman, un diputado y dirigentes de movimientos sociales, fue respaldada por los grandes medios derechistas de Argentina, jueces y magistrados, que sostuvieron campañas de desprestigio para destruir políticamente a la actual vicepresidenta, hasta ahora cuando salió la verdad.
No obstante, Timerman falleció en condición de prófugo de la justicia, por un delito armado por Mauricio Macri y la derecha argentina, con el respaldo decidido de los principales medios informativos de cobertura nacional.
