
*No se conoce un solo caso de ex presidente municipal acusado penalmente.
De la redacción
A días de cumplir 19 meses en sus cargos, los alcaldes se olvidaron de sus denuncias públicas de actos de corrupción de sus antecesores, y no dan la mínima muestra de interesarse en llevar los casos ante las autoridades competentes.
Asumieron el mismo comportamiento de siempre, adoptado en cada cambio de autoridades municipales: la denuncia exclusivamente mediática, la inacción, el encubrimiento y protección a fin de cuentas de sus predecesores corruptos, según un análisis de “El Espectador”.
El alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, al justificar el despido de muchos empleados municipales, incluyendo a algunos próximos a jubilarse y a obtener una pensión, recordó hace unos días que cuando llegó al cargo encontró a mil 500 personas en la nómina, sin conocer cuales eran sus funciones.
Con eufemismo se refirió a los “aviadores” favorecidos por el anterior presidente municipal, Fernando Zamora Morales, pero esas presuntas conductas corruptas quedaron en simple denuncias públicas, porque no se sabe que hayan sido denunciadas oficialmente ante las autoridades competentes en la materia.
A principios de 2019, cuando inició el trienio de de los actuales cabildos, casi todos los nuevos alcaldes, particularmente los que llegaron a los puestos con el apoyo de Morena, como es el caso de Sánchez Gómez, denunciaron que encontraron las administraciones convertidas en zonas de desastre.
Calificaron de rapaces a sus antecesores del PRI, pero no formalizaron una sola denuncia penal, con lo cual se convirtieron en encubridores y protectores de quienes les entregaron los mandos municipales.
Algunos jefes de los cabildos informaron incluso que muchos “aviadores” pidieron que les permitieran seguir cobrando algunos meses sin trabajar, mientras encontraban acomodo en algún otro lugar.
Se olvidaron de combatir y denunciar los actos de corrupción, dejando impunes los quebrantos al patrimonio de los municipios y agraviando la población de cada demarcación.
Abogados especialistas en derecho laboral y autoridades del trabajo revelaron también que la otra forma que revistió la corrupción y el saqueo de las finanzas municipales fue el despido convenido de “aviadores” amigos, para que pudieran demandar a los ayuntamientos meses antes de terminar el anterior trienio.
Como parte de la corrupción, las áreas jurídicas de las comunas deliberadamente dejaron de contestar las demandas, con lo cual legalmente se dieron por ciertas todas las reclamaciones de los actores (así se le dicen a los que demandan por despidos injustificados), sin importar que fueran “aviadores”. Por eso las nuevas autoridades enfrentan numerosos laudos laborales en contra.
Empero si los actuales alcaldes no denunciaron la corrupción abierta de sus antecesores en los cargos, menos iban a presentar acusaciones por esta modalidad de saqueo, que tuvieron viso aparente de legalidad.