El veloz y habilidoso mexicano Hirving (Chucky) Lozano, comenzó a jugar minutos en el club Nápoles, de Italia. Es un jugador extraordinario, poseedor de una cualidad muy escasa en el futbol mundial: juega con la cabeza levantada, eso le permite ubicar y enviar pases al compañero mejor colocado.
No obstante, debe vencer dos grandes obstáculos: la malquerencia del técnico, y la mala fe de los defensas rivales. Como ejemplo, en su segunda participación con el Nápoles, durante los 25 minutos que estuvo en la cancha recibió 5 fuertes faltas.
Dos de ellas merecieron tarjetas amarillas, prueba de la desconsideración con que lo tratan los rivales. La situación se complica porque es bajito y delgado para el promedio de la corpulencia de los futbolistas de ligas europeas. Esa desventaja no la tiene Raúl Jiménez en Inglaterra.