***Cartas a la redacción de “El Espectador”***
PROPONE MANTENER ÓRGANOS AUTÓNOMOS
NECESARIOS; QUE SUPRIMAN LOS INÚTILES
Atizapán de Zaragoza, Méx; a 28 de junio de 2020
Lic. Augusto Lozano Robles
Presidente editor de “El Espectador”
En los últimos meses existe un debate sobre los órganos con autonomía constitucional, cuestionados por su número, costo y presunta inutilidad, como lo reitera a la menor provocación el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta posición es aprovechada por sus adversarios para atribuirle autoritarismo y vocación dictatorial, en su evidente campaña tendiente a debilitarlo, para obligarlo a que les devuelva sus privilegios.
Creo que es indispensable una revisión desapasionada sobre el caso de estos organismos, porque efectivamente, son muchos, salen costosos, y al menos los del sector energéticos no dieron resultados, pues no alertaron sobre los altos niveles de corrupción, ineficacia, ineptitud, baja productividad y brutal endeudamiento de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, como era su obligación.
Lo irracional fue también que algunos de estos órganos creados y aprobados por reformas constitucionales tienen hasta 40 direcciones generales, cuestan mucho a los contribuyentes y sus resultados no justifican su existencia, ni el presupuesto que se les destina cada año, por lo que de verdad son inútiles y costosos.
No obstante, hay órganos autónomos imprescindibles, como lo son el Banco de México y el Instituto Nacional Electoral, para citar sólo a algunos de los que son útiles al país y no sólo deben conservarse, sino también fortalecerse, para que puedan cumplir con sus responsabilidades y actividades que justificaron su creación, como parte de una serie de instituciones con autonomía de rango constitucional.
Lo que a mi juicio conviene es revisar para ver cuáles de estas instituciones son necesarias y cuáles no. Y de la misma forma esto y convencido de que pueden “adelgazarse” para que cuesten menos y funcionen mejor. Los mismos sueldos de los funcionarios de estos organismos, ciento por ciento superiores a lo que gana el presidente de la República y lo miembros del gabinete parecen un abuso en un país de bajos salarios para quienes producen la riqueza nacional.
No consideró válido el argumento de que ganan mucho por sus altas responsabilidades y conocimientos, pues no hay en México mayores y más delicadas responsabilidades que conducir los destinos de la nación.
Mtro. Ramiro Ponce Calderón