CASO OHL: EL GOBIERNO OMITE
DEFENDER A LOS CONDUCTORES
LA EMPRESA CAMBIÓ DE RAZÓN SOCIAL, PERO NO DE
CONTABILIDAD AMAÑADA, PROTEGIDA POR EL GEM
Todas las grandes, medianas, pequeñas y microempresas arriesgan capitales en la ejecución de sus proyectos. La mayoría de las veces tienen éxito y ganan mucho dinero, fin de todo empresario, pero también otras fracasan y sus propietarios pierden hasta sus casas. Esa es la regla de la economía de libre mercado, antes conocida como capitalista. Éxitos y tropiezos están determinados generalmente por mala planeación, ausencia o deficiencias en estudios de mercado o por circunstancias como las derivadas de la actual pandemia.
No ocurre así en México con el corporativo español OHL, de negro historial en su país, donde sus altos directivos sí han conocido la cárcel por actos de corrupción y corruptores de autoridades, quienes a cambio de dinero le otorgaron contratos con sobreprecios, con casos de megaobras de mala calidad. La justicia del país ibérico ha procedido penalmente contra los dueños de la compañía. En la entidad mexiquense ocurre todo lo contrario.
No se recuerda en el Estado de México un caso de empresa concesionaria tan abusiva como OHL, ahora Aleática. Tampoco se conocen antecedentes de tanta protección gubernamental, a costa de los intereses de los mexiquenses, como ha ocurrido con esta compañía de capital español, dueña temporal, pero que podría ser para siempre, de las concesiones de las autopistas de cuotas Viaducto Elevado Bicentenario y el Circuito Exterior Mexiquenses.
Es en esta última autopista de cuota donde más protección gubernamental ha recibido OHL en su anterior etapa y ahora con la razón social de Aleática. Ganó la concesión con un compromiso de inversión inferior a los 5 mil millones de pesos para esa carretera de más de cien kilómetros de longitud, pero luego elevó a 8 mil el monto de la inversión y, después hasta los 24 mil millones. Y las autoridades mexiquenses se lo creyeron.
La compañía española de nombre, porque no arriesgó capital propio para esa autopista, sino de Banobras; es decir, mexicano y específicamente, del gobierno federal, comenzó su etapa de cobro de peaje en enero de 2010, y debió aplicar sus cuotas hasta el 2030; es decir, dentro de 10 años, cuando concesión, carretera e infraestructura debían pasar a manos del gobierno estatal, como lo estableció el título de esa concesión.
Empero 23 meses después, en diciembre de 2012, logró modificar los términos del título de concesión y el gobierno de Eruviel Ávila Villegas consintió que OHL pudiera seguir explotando el Circuito Exterior Mexiquense; es decir, esquilmando el bolsillo de los conductores usuarios de la vía de comunicación 19 años adicionales, hasta 2051.
A la fecha suma 7 convenios modificatorios del título de concesión, y cada uno agrega mayores beneficios.
OHL, ahora Aleática, obtuvo ya ingresos por casi 31 mil millones de pesos y alega que le faltan recuperar más de 87 mil millones de pesos, y el gobierno lo acepta, sin chistar.