*Crecen especulaciones sobre móvil de homicidio. *Raro suicidio del asesino.
De la redacción
Apenas 6 días después del homicidio del notario y ex presidente del Poder Judicial del Estado, Luís Cardoso Miranda, su presunto asesino, Arturo “N”, apareció muerto en su celda del penal de Santiaguito, aparentemente ahorcado por mano propia, colgado de los barrotes de una ventana, para lo cual utilizó su pantalón. Lo habían capturado el sábado anterior.
El asesinato del magistrado en retiro, perpetrado el día 11 de este mes, cimbró al mundo político e institucional no sólo por su relevante trayectoria en el Tribunal Superior de Justicia, sino también por ser padre del diputado federal, Luis Miranda Nava, colaborador, amigo y el hombre de mayor confianza del exgobernador y expresidente Enrique Peña Nieto.
Cardoso Miranda fue encontrado sin vida, amordazado y con un disparo en la cabeza, en su domicilio de la Avenida Texcoco 802, ubicado a unos 300 metros del Palacio de Gobierno, justamente en una arteria citadina que pasa atrás de ese inmueble.
El hecho criminal generó una serie de especulaciones sobre el verdadero móvil, pero la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJEM) difundió de inmediato que la hipótesis del robo era la línea más fuerte de investigación, y la ratificó al capturar a Arturo “N”, quien había trabajado muchos años con la víctima, por cuya confianza le habría facilitado el ingreso a la casa.
SE DUDA DEL SUICIDIO Y SE CONFIRMA SU ASESINATO
Analistas políticos y especialistas en temas penales consideraron desde un principio poco probable que alguien pueda ahorcarse con su propio pantalón, colgado de una reja, además de destacar el descuido al reo por parte de la Secretaría de Seguridad, pues no se trataba de un preso y presunto delincuente más, sino del imputado por el homicidio de un personaje relevante y padre de un poderosísimo y controvertido político mexiquense, por lo cual debió protegerlo, por ser clave en las investigaciones de la ejecución del magistrado en retiro.
La decisión de suicidarse resulta menos explicable por cuanto Arturo “N” no opuso resistencia cuando fue capturado. Optó por entregarse y enfrentar la justicia. No se arriesgó a morir en un enfrentamiento a tiros con los policías. Todas esto se confirmó al realizarse los exámenes forenses correspondientes. El resultado, la muerte se debió a un traumatismo craneoencefálico, no fue resultado de asfixia. Poco después de informar lo anterior, se reportó la detención de cuatro trabajadores del penal presuntos implicados en la muerte de Arturo “N”.
CAPTURAN A OTRO PRESUNTO IMPLICADO
La muerte del presunto homicida parecía cancelar la posibilidad de un esclarecimiento pleno del asesinato del ex titular del Poder Judicial del Estado, e incrementó las especulaciones sobre la propia muerte del presunto asesino. El caso podría haberse archivado, aun habiendo otros sospechosos; sin embargo, la semana pasada las autoridades sorprendieron con la detención de otro implicado en la muerte de Miranda Cardoso.
Ahora la FGJEM deberá esclarecer las dos muertes con la información que puedan obtener del nuevo detenido, identificado como Edgar Alejandro “N”. Por lo pronto ya adelantaron que la versión del robo a casa habitación continua siendo la principal línea de investigación.
El asesinato del notario 166 de Toluca, a quien no se le conocían enemigos mortales, y no hacía alarde de prepotencia, arrogancia o arbitrariedades, conmocionó a la clase política mexiquense. Quienes lo conocieron y trataron, incluyendo a los periodistas, opinan que, a pesar de su rostro adusto, era de trato amable, afectuoso y alejado de cualquier comportamiento déspota y altanero.
