ESE ES EL TIPO DE DEMOCRACIA SE PRACTICA EN MEXICO
Jairo A. Tell
Ahora sí que estamos fritos pues quienes tendrán en sus manos la responsabilidad de vigilar la transparencia en los procesos electorales son verdaderos gánsters a quienes les importa un pepino que la pandemia ocasionada por el Coronavirus siga latente. Lencho Córdova y sus secuaces han decidido llevar a cabo elecciones en los próximos meses, sabiendo de antemano lo que esto conlleva; es decir un gran número de contagios porque como bien sabemos a la hora de la elección no hay sana distancia que valga, tampoco otras medidas sanitarias para evitar un rebrote. Dice el dicho “Piensa mal y acertaras” y es precisamente lo que se está pensando, que los opositores al gobierno apuestan una vez más a la política del miedo por ello la campaña mediática de desprestigio en contra del Dr. Hugo López Gatell subsecretario de Salud, que encarna al gobierno de la 4T. Una vez más apuestan al voto duro que suponen aun conservan. Pero no será la única estratagema, también por ahí se dice que se está fraguando el fraude electoral auspiciados por los gobiernos de los estados y por el INE. Nuevamente veremos: la compra de votos, el acarreo, el mapachismo, el carrusel, el embarazo de urnas, el robo de las mismas, vicios que se creían superados.
Por otra parte un gran número de diputados y senadores, encargados de la cuestión legislativa son verdaderos “Chapulines” que llegaron al congreso por la via plurinominal y otros tantos cambian de partido, como cambiar de camisa. Imagínese que a quienes toca modificar las leyes, lanzar iniciativas y legitimar propuestas en ambas cámaras, son precisamente de quienes ya nos queremos deshacer. Esta plaga de “Langosta” es lo que obtuvimos en la elección de legisladores de las pasadas elecciones; ahí aparecen precisamente nefastos personajes como Miguel Mancera (PRD), Mariana Gómez del Campo (PAN) Samuel García (MC) Manuel Añorve (PRI) o el mismísimo Porfirio Muñoz Ledo (Morena).
La partidocracia que por muchos años nos gobernó, aprovechara que existen resquicios en la legislación de la materia para trasgredir la ley. Lo ocurrido con la designación de los nuevos consejeros del INE, no es más que otra tomada de pelo, pues ni los partidos políticos, ni los candidatos y menos aún, la autoridad en sus tres niveles de gobierno están dispuestos a ceder un ápice, para permitir que otro les coma el mandado. Y es que no hay que ser un erudito, ni muy ducho en la materia para comprobar lo que aquí se expone; la guerra sucia, el fuego amigo, la traición y otros tantos vicios enquistados en nuestra política no han podido ser erradicados, más aun, ahora se han puesto de moda para tratar de torcer la ley y quedar lo mejor posicionados con miras al 2021.
Las alianzas entre partidos diametralmente opuestos son algo suigeneris en nuestra política, lo que le hace aún más bizarra en comparación con otras democracias más avanzadas. ¿Se ha preguntado usted amable lector, porque, políticos emblemáticos de los diferentes partidos, políticos de medio pelo y hasta políticos con una carrera incipiente se encuentran dando la nota en los medios convencionales y en la redes sociales por cualquier cosa?. Eso es una muestra fiel de que la democracia que se practica en el país es de “Mentiritas”. Y digo que es de mentiras porque en ella, lo menos importante es la opinión del elector; quien dirige verdaderamente el rumbo de la elección es la partidocracia que nos gobierna. Hay nombres sobradamente conocidos, no por su capacidad de gestionar leyes para beneficio de la comunidad mexicana. Se les conoce también con el nombre de chapulines, por su extraordinaria capacidad para brincar de una Cámara a otra. En ese contexto tenemos gente que reviste importancia por “Servicios a la Nación”, otros, llegaron por parentesco o por imposición de los dueños de México, que son aquellos que poseen negocios empoderados gracias a la corrupción. Quizá por ello, tenemos los servicios más caros de todo el mundo en contraste con el ingreso HYPERLINK “http://laprensa.mx/notas.asp?id=134748” \o “Powered by Text-Enhance” personal o familiar. Así las cosas, en las democracias modernas, la autoridad suprema la ejercen los representantes elegidos por sufragio popular en reconocimiento de la soberanía nacional. Dichos representantes pueden ser sustituidos por el electorado de acuerdo con los procedimientos legales de destitución y referéndum y son, al menos en principio, responsables de su gestión de los asuntos públicos ante el electorado, lo que en la práctica no opera, pues más de un individuo disfrazado de representante popular ha hecho uso y abuso de su cargo para enriquecerse a manos llenas, mientras que los lineamientos y ordenamientos legales parecen estar elaborados ex profeso para beneficiar precisamente a esa clase de sujetos incrustados en el gobierno que en no pocos casos son los verdaderos “adalides e iconos de la impunidad”.