De acuerdo con proyecciones del Banco Mundial (BM), la pandemia de COVID-19 podría ocasionar que entre 71 millones y 100 millones de personas a nivel mundial pasen a vivir en condiciones de pobreza extrema.
De acuerdo con el BM, probablemente, muchos de los nuevos pobres vivirán en ciudades. “A raíz de las estrictas medidas de contención sanitaria, una gran proporción de la actividad económica se paralizó en las zonas urbanas, dejando a muchas personas pobres y vulnerables sin medios para ganarse la vida, casi de la noche a la mañana”, explicó el Banco, y añadió: “dado que los pobres existentes suelen estar concentrados en zonas rurales, es probable que el perfil de los nuevos pobres sea muy diferente”.
En este escenario, la pobreza ya no solo se concentraría en el sector rural; se incluirían asalariados de los sectores de la manufactura y la construcción. Incluso, podría aumentar la proporción de personas con preparación secundaria o terciaría que viven en condiciones de pobreza.