
*Tampoco hubo desfiles: nadie recuerda ceremonias en estas condiciones.
De la redacción
Por primera vez, que se recuerde, las ceremonias del “Grito” en el territorio estatal fueron sin público. La pandemia más devastadora de salud y vida en más de cien años en México obligó a estas medidas.
El propio gobernador Alfredo del Mazo Maza tocó la campana y ondeó la bandera y dio el “Grito” en Palacio de Gobierno sin las habituales multitudes de siempre, lo cual se anunció desde antes.
Los llamados a no salir de casa y festejar el inicio de la guerra de Independencia en los hogares fueron reiterativos por parte del mandatario estatal y de los alcaldes, tanto en el Valle de Toluca como en la región del Valle Cuautitlán-Texcoco.
La población se quedó en sus casas, por temor a ser contagiada por el nuevo coronavirus, que ocasionó ya la muerte de más de 11 mil mexiquenses y no hay ya un solo municipio sin casos de contagio y fallecimiento.
Esta forma de festejar el inicio de la lucha abierta por la independencia y la fundación de México como nación libre y soberana, constituyó una manifestación más de la situación adversa generada por la pandemia en el mundo, en el país y el Estado.
No se presentó la gente a la Plaza Cívica en esta capital mexiquense, ni en las de los municipios, para preocupación de las familias que cada año se dedicaron a vender antojitos mexicanos a los asistentes a escuchar el “Grito” y a presenciar el día 16 el desfile cívico-militar.
No hubo manera de obtener los ingresos extra de cada mediados de septiembre, porque consumidores no hubieron en esta ocasión, por la persistencia de la pandemia y las medidas de prevención obligadas.
El saldo final de la noche del 15 y el 16 fue “banco”. Debía ser así, porque la gente al protegerse de la Ciovid-19 también se cuidó de la inseguridad pública y de los delincuentes.