Una banda de delincuentes afectó en las últimas semanas a miembros de la Unión de Voceadores. Nueve puestos distribuidores de periódicos y revistas fueron saqueados en esta capital del Estado, ocasionando un severo daño a la economía de quienes son enlace entre los medios informativos y los lectores.
Esto prueba que los delincuentes no sólo se han vuelto más violentos y despiadados, sino tampoco se detienen ante nada y dañan a personas humildes, que viven de su trabajo honesto.
De los puestos se llevaron revistas, tarjetas telefónicas y cigarros, adquiridos con mucho sacrificio para su comercialización y así obtener otros ingresos para aligerar la economía familiar. La delincuencia se deshumanizó más.