La Creatividad Ausente en los Grandes Medios – Jairo A. Tell

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LA CREATIVIDAD AUSENTE EN LOS GRANDES MEDIOS
Jairo A. Tell

Preocupante que, en todas las actividades que el hombre realiza sobre todo en México exista poca o casi nula creatividad, y lo poco que resulta en este rubro sea rápidamente absorbido y prostituido por los medios electrónicos principalmente por las tres cadenas televisivas más importantes del país, que a la inversa del rey midas “todo lo que tocan lo contaminan”. El porque de esta aseveración salta a la vista, pues los programas que hoy en día se proyectan en los principales canales de televisión abierta solo son copias bizarras de otros programas que ya existen en la televisión norteamericana, española, francesa o inglesa, también existen fusiles de la televisión venezolana, argentina o colombiana. Tal parece que, como mencionamos en números anteriores de “El Espectador”, con el fin del milenio, los talentos creativos de la televisión desaparecieron o se extinguieron; ante esto, la alternativa de los grandes consorcios de la comunicación es copiar lo que a otros les funciona, sobreexplotando esas ideas hasta el hartazgo, algunos dicen “Matando a la gallina de los huevos de oro”, pues la formula que en un tiempo funciono, tal vez mañana no interese minimamente a la opinión pública. Pongamos por ejemplo el caso del “plantón sin gente” que mantiene frente a bellas artes, Gilberto Lozano líder del FRENAA, los medios afines a la derecha, (al conservadurismo) diría López Obrador dieron cobertura a una manifestación bizarra que rápidamente fue desenmascarada por las “Benditas redes sociales”, pues las casas de campaña instaladas se volaron con el fuerte viento y después intentaron corregir utilizando vilmente a indigentes o a algunas personas desempleadas. Telemundo en este caso perdió la poca credibilidad que tenía, lo mismo ocurrió con publicaciones de corte internacional como: El País y el New York Times. Y es que los magnates de la televisión no quieren darse cuenta de que la sociedad ya cambio y que el bodrio de programas que proyectan por los distintos canales de televisión abierta y de paga, no logran interesar al grueso de la población, lo cual debiera preocuparles pues su potencial clientela paulatinamente pierde el interés y se torna ajena a las disputas que entre ellos existen por el famoso “Rating”. Ejemplo de esta encarnizada lucha por el rating, sin duda son Carlos Loret Mola, Víctor Trujillo, Carlos Marín y recientemente Jorge Zarza, a quienes se les llama ahora “Damnificados del Rating”. Así como en un tiempo la guerra de marcas se hizo y patente (Cervecerías, tabacaleras, compañías vitivinícolas, refresqueras, armadoras de autos, etc.) hoy nuevamente hace acto de presencia la guerra de las televisoras Televisa vs. TV Azteca vs. Imagen; solo que a la baja por la calidad tan ínfima de programas que presentan, y que son un verdadero insulto al intelecto. Por ahora existen programas transmitidos por TV. Azteca que tienen necesariamente su contraparte en Televisa o en Imagen y viceversa, pero tan malos unos como otros que son copias burdas de programas extranjeros como el “American Idol”, La Voz, Survivor, y recientemente Don´t. Los famosos “Talk Show” que han venido a trastocar la integridad familiar por los malos ejemplos que ahí se representan. Los dizque “Programas de espectáculos” que mas bien son programas de chismes de lavadero, que no aportan nada a la creación artística ni informan sobre los logros obtenidos en ese rubro y por ello constantemente tienen que enfrentar demanda tras demanda. Algo recurrente, pero desastrosamente presentado son los programas en los que se ofrecen millones de pesos como regalo durante la emisión de los mismos, pues nadie se traga ese cuento, inclusive algunos de los involucrados en dichos proyectos, al ser despedidos revelan toda clase de anomalías y trucos publicitarios de dichos programas. Desafortunadamente los pocos espacios de reflexión y análisis, que motivan el pensamiento crítico y la formación de una opinión objetiva han desaparecido materialmente de la pantalla. Por ahora los Leo Zuquerman y Es la hora de opinar, Leonardo Kourchenco y la silla roja, Carlos Puig y su bote pronto, y la mesa de análisis Tercer Grado que dirige Leopoldo Gómez se ven cada vez más descoloridos y faltos de sustancia. Ahora inclusive han quedado evidenciados quienes hicieron jugosos negocios al amparo del poder público, me refiero naturalmente a los otrora “Iconos” del periodismo y muy cuestionados por cierto Héctor Aguilar Camín y su revista Nexos y Enrique Krause y su revista Letras Libres. Hoy los dueños y encargados de ese gran mercado deben poner todo su talento para evitar que la población cada vez más politizada y menos ignorante termine por darles la espalda de manera definitiva. Es una realidad, que ya existen otras opciones de entretenimiento y no la basura que pretenden vender como productos de calidad. Algo en lo que deben poner especial atención es en el tipo de personas que están a cuadro y que son bastante ofensivas con el público, que reflejan una gran falta de cultura o ausencia de la misma, y que en realidad no aportan nada al arte, ni en lo ético ni en lo estético.
Los programas de noticias se han vuelto ya acartonados, sosos y aburridos desde el momento mismo de su presentación. Sus conductores ya están muy vistos y no mejoran ni ofertan nada nuevo en sus respectivos espacios. De la radio ya hablaremos en otra ocasión pues también ahí existen sus asegunes y son pocos los que se salvan.

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