1-Los cambios en el gobierno mexiquense sólo interesaron a la clase política y a la precaria comentocracia local, pero tendrán efectos positivos si su finalidad ha sido dotar al Poder Ejecutivo de eficacia, eficiencia y mejorar el desempeño y las cuentas de sus actividades.
2-En la segunda mitad del sexenio del gobernador Alfredo del Mazo Maza el gasto público debe traducirse en mejores niveles de bienestar de la población. Ya se gastó un billón de pesos y los problemas y rezagos sociales siguen como antes.
3-El Estado de México padeció en el anterior sexenio el peor gobernador de la historia, y no puede o no debe soportar otra mala gestión sexenal. Los cambios despertaron nulo interés nacional pese a tratarse de el principal gobernador priísta y la entidad más poblada del país. Eso pinta de cuerpo completo lo que fue la primera mitad del sexenio del macista.