El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que los migrantes se encuentran entre la población más afectada por el COVID-19. El FMI reconoció que ha sido sorprendente que, a pesar de la desalentadora experiencia por la cual atraviesan los trabajadores migrantes durante la pandemia, el flujo de dinero enviado a sus países se ha mantenido constante, o incluso, ha aumentado como en el caso de México.
Pero “esta tendencia podría revertirse”, advirtió, e indicó que la fortaleza de las remesas podría estar impulsada por una mayor necesidad de enviar dinero a sus familias, quienes enfrentan las dificultades ocasionadas por la pandemia.
Para esto, los migrantes podrían estar recurriendo a sus “exiguos” ahorros, o bien, estar transfiriendo los apoyos recibidos de gobiernos como el de los Estados Unidos o de los estados como el de California.
El FMI pronostica una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 8.0%, así como una reducción en la salida de remesas cercana al 15.0%.