
*Salinas inició reversión de nacionalización de la industria eléctrica.
De la redacción
Sesenta años después de la nacionalización de la industria eléctrica (27 de septiembre 1960), esa decisión del presidente Adolfo López Mateos se revirtió en un 50 por ciento, con la agravante de estar el gobierno obligado a comprar a particulares la energía que generan particulares, lo cual obliga a paralizar las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), informó el gobierno federal.
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) inició el proceso de desnacionalización, inclusive con violaciones a la Constitución, que no permitía la participación privada en la industria eléctrica. Lo permitió apoyado en una ley secundaria, recordó la federación.
De entonces hasta noviembre de 2018 se hicieron cambios constitucionales y a leyes secundarias para ampliar la participación de empresas privadas, incluyendo extranjeras, pero el fenómeno de reversión de la industria eléctrica se acentuó durante los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, quienes de acuerdo con el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, tenían planeado entregar el sector eléctrico a compañías privadas.
El mandatario ratificó su decisión de defender el mercado eléctrico que atiende la CFE, a la cual fortalecerá y, si fuera necesario, impulsará una reforma constitucional para ello.
EL PROCESO DE DESNACIONALIZACIÓN
Carlos Salinas de Gortari abrió la puerta a la iniciativa privada tanto en la industria petrolera, mediante contratos violatorios de la Constitución, como en el sector eléctrico.
En un principio se autorizó a particulares, generalmente grandes consumidores generar energía eléctrica para el autoconsumo. Después se les permitió producir excedentes, con el compromiso de la CFE de comprarles ese fluido sobrante, para comercializarlo. Ya no produjeron para autoconsumo, sino para su venta al mayoreo a la empresa pública.
Cambios radicales en la política de energía eléctrica introducidos por los gobiernos neoliberales llegaron tan lejos que, desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se firmaron contratos perniciosos para el gobierno, como el compromiso de comprar todo la energía generada por particulares, con la obligación de pagársela, en caso de no poder recibir el flujo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ahora los particulares producen y venden a la CFE el 46 por ciento de la energía o luz, como se le conoce, que se consume en el país, y para cumplirles tiene paradas las plantas propias.
Las compañías privadas quieren ampliar su participación, porque les habían prometido dejarles todo el mercado, lo cual no se hará, porque si bien se respetarán los contratos leoninos, se mantendrá la actual proporción 46-54 por ciento, y se negociarán las condiciones de esos contratos. En todo caso la CFE mantendrá su mercado y operará sus plantas, y si es necesario para ello, se reformará la Constitución, anticipó el mandatario.