Esta tarde se confirmó el triunfo de Mario Delgado sobre Porfirio Muñoz Ledo en la encuesta para definir al nuevo dirigente de Morena a nivel nacional.
Se trató esta vez de una victoria clara, Delgado obtuvo alrededor del 58% contra poco más de 41% de Muñoz Ledo, cumpliendo de esta manera un margen suficiente para declararlo vencedor en el instrumento aplicado por el INE.
La definición del nuevo dirigente ha sido un proceso complicado por las pugnas internas por el poder en la organización fundada por Andrés Manuel López Obrador como plataforma para llegar a la presidencia e impulsar la cuarta transformación, eje de su administración.
A escasos ocho meses para los comicios del 2021, el nuevo dirigente enfrentará un reto descomunal, primero, para organizar y poner a trabajar la estructura del partido, abandonada por sus dos anteriores dirigentes, en un descuido que probará ser clave en la consolidación del proyecto de nación de la 4T.
Y, segundo, en la definición de las miles de candidaturas a puestos de elección popular que estarán en juego el próximo año a lo largo y ancho del territorio nacional. Lo ocurrido en los recientes procesos de Hidalgo y Coahuila, es una muestra clara de la importancia que tendrá para AMLO y su proyecto de nación el contar con un partido fuerte y competitivo.