1-Mal quedaron los sedicientes especialistas en tema de fuerzas de seguridad, ejército y marina: adelantaron nombres de quienes revelarían a Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad (federal). Manejaron a muchos personajes militares y marinos de alto rango, pero nadie citó el nombre de Rosa Icela Rodríguez.
2-Sus “fuentes bien informadas” en realidad eran simples especulaciones o manejaron nombres por intereses personales. A final quedaron mal y se evidenciaron como simples ‘engañabobos’.