
*Morena tiene votantes, no militantes, y todos giran en torno a AMLO.
De la redacción
A siete meses de la jornada de votación con mayor número de cargos en disputa en la historia del país, la nueva dirigencia nacional de Morena tiene el reto de convertirlo en un partido de verdad, sin dejar debe ser movimiento, ni lastre para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con opiniones de militantes y cuadros morenistas mexiquenses consultados por “El Espectador”, Mario Delgado Carrillo tiene enfrente una tarea difícil de cumplir en tan corto tiempo: construir la estructura orgánica partidista en estados y municipios, convertir los votantes en militantes y extirpar el virus de las tribus que condujeron a la ruina al PRD.
Articulistas de este semanario coincidieron en señalar que quien tiene decenas de millones de seguidores es el presidente de la República, no Morena. Las cifras del INE sobre los afiliados de cada partido político les dan la razón: De los siete partidos nacionales registrados (excluidos los tres nuevos), MORENA, a pesar de haber obtenido con sus aliados más de 30 millones de
votos en la elección presidencial de 2018, es el segundo con menor militancia acreditada.
Con sus 466 mil 931 afiliados reconocidos por el INE, Morena sólo supera al Movimiento Ciudadano (MC) y sus 381 mil 735 miembros, prueba de la ineficacia de sus dos últimas dirigencia para reclutar simpatizantes y convertirlos en parte activa del partido. Además, antes tenía 551 mil 507 miembros validados
por el organismo.
Cuadros morenistas mexiquenses expresaron igualmente su preocupación por la persistencia de la propensión de sus militantes a dividirse y confrontarse, heredada del PRD, factor que condujo a este partido a la irrelevancia y a ir a la cola de la oposición derechista.
El encono, la rijosidad, las ambiciones y el privilegio a los intereses personales y de grupos evidenciados en la elección
de los nuevos dirigentes, ganada por Delgado Carrillo, son la mejor prueba de la persistencia los vicios del PRD en Morena, comentó un colaborador de este semanario.
Otro cuadro morenista alertó del riego de que las ambiciones de grupos y la lucha por los cargos directivos estatales y municipales y, sobre todo, por las candidaturas a gobernadores, diputados federales, locales y alcaldes ocasione división.
Erradicar estos vicios, evitar la división, consolidar la unidad, convertir a Morena en verdadero partido con estructura orgánica, numerosa militancia, sin dejar de ser movimiento, cerrarle el paso a oportunistas, corruptos e ineptos que buscarán colarse a las candidaturas y ganar las elecciones, constituyen el desafío de los nuevos dirigentes, coincidieron los consultados.